sábado, 8 de diciembre de 2012

Capítulo 11: Complicaciones.

A place in this world

**Got the radio on, my old blue jeans And I'm wearing my heart on my sleeve. Feeling lucky today, got the sunshine Could you tell me what more do I need. And tomorrow's just a mystery, oh yeah. But that's ok **

Traducción:
** Pongo la radio, mis vaqueros viejos Y estoy llevando mi corazón en la manga. Sintiéndome afortunada hoy, tengo el sol Podrías decirme que mas necesito? Y el mañana es un misterio, oh si. Pero esta bien **
 

-Yo te amo más-Respondí mientras me giraba para abrazarlo. Era lo que más valía para mí, él para mí era la última coca-cola del desierto, eso era. Quedé dormida, como siempre. Duermo por los dos.

Cuando abrí los ojos estaba con un Sammy profundamente dormido a mi lado. Miré el reloj de mesa y eran las 6:30am, no me las creía. Rasqué mis ojos y volví a mirar, pero nada cambiaba y lo que hacía todo más terrorífico era el simple hecho de que no tenía sueño. Con cuidado de no despertar a Sammy me zafé de su brazo. Éste se giró y abrazó un enorme oso que nos acompañaba en la cama; este acto se veía malditamente tierno, nunca vez a un hombre jodidamente hermoso profundamente dormido y abrazando un peluche.

Cuando por fin pude superar la escena entré al cuarto de baño y me di un baño rápido, para luego vestirme cómodamente y salir a comer algo. Pero caminando por el pasillo recordé a Anabella. Entré al cuarto de ella y no estaba, me quedé parada allí por minutos hasta que escuché el sonido de la ducha. Entré a su baño sin tocar la puerta, ésta gritó asustada.

-Soy yo, idiota-Le dije mientras me miraba en el espejo y peinaba mi cabello.

-¿En serio?-Pregunto éstaa mientras seguía con su ducha-¿Qué haces despierta?

-Pues, joderte la existencia-Resoplé, ¡Qué preguntas las que hacía!

-¿Tienes hambre?-Preguntó ignorando mi pregunta anterior.

-Sí y tengo manos para hacerme de comer-Le dije mientras le sacaba el dedo del medio al vidrio transparentoso.

Salí del cuarto de baño y bajé los escalones directo a la cocina. Decidí hacer panqueques, algo debo aprender con un chef en casa. Mientras los panqueques estaban listos saqué la Nutella de la gabeta y empecé a meter mis dedos en ella para luego atragantarme y disfrutar su sabor tan glorioso.

-Para eso existen las cucharas de te-Me sobresalté al escuchar a Anabella-Ni que tuviera una fea voz-Dijo sarcástica.

-No, tienes una patosa voz-Le dije seria-¿Y qué pasa si quiero comerme mi Nutella así?

-¡CLARO!-Me gritó-¡Hablo la que tiene LA VOZ PERFECTA!-Me gritó llena de ironía.

-Ya no te doy Nutella-Le susurré mientras le daba la espalda, protegiendo el tarro.

-Ni quería, VOZ PERFECTA-Me volvió a gritar.

-¡JODER! Trapearé la puta casa contigo-estaba muerta de ira, ¡¿Qué no entendía que el principio había sido una broma?!

-¡Basta!-Me sorprendió el grito de Sammy, ¿Desde cuando estaba en la cocina?-Sus gritos de niñas me despertaron-Ahí está la respuesta a la pregunta no formulada-Me sorprende que estén peleando por una maldita Nutella-Nos reprendió.

-¡Una Nutella no es maldita!-Idiota-Ella no es capaz de aceptar una broma-La señalé enojada.

-¿UNA BROMA?-Volvió a gritar de nuevo-¿Quien iba a trapear la casa conmigo? ¡Ah, si! ¡VOZ PERFECTA!-acabaría con ella.

-El principio era una maldita broma, sólo eso. Pero, ¡Eres TAN idiota! Y te pones con tus mamadas de mierda y ¡BUM! Me sacas de casillas y exploto jodidamente horrible y te estoy siendo sincera. Putas ganas no me sobran de limpiar la casa contigo. ¡IRRITANTE! Así te vuelves-Lo saqué todo de forma pacífica-Entiendo tu emoción por el puto viaje, pero, ¡Contrólate! ¿O te hace falta que te follen? Dímelo de una vez y le diré a Sam que te haga el favor-Los ojos de Sammy estaban totalmente salidos de sus órbitas.

-Avril, ¡¿Me estas ofreciendo a tu hermano como muñeco sexual?!-Preguntó exaltada.

-Algo así... ¿Lo tomas o lo dejas?-

-Lo tomo-Ni lo pensó la idiota.

-¡Es una puta broma!-Le grité-Aunque... ¿Tu la quieres?-Me dirigí a Sammy que estaba totalmente atónito.

-Pues...-No dijo nada, sólo miró a Anabella y asintió con la cabeza.

-¡MIERDA!-Les grité mientras saltaba-Se gustan y no lo decían. Justo deciden hacerlo dos horas antes de irnos-Moría de risa-Todavía no se pongan de calienta colchones, ¡No los quiero juntos hasta que me haga la idea!

-Como ordenes-Dijo Sam mientras la abrazaba.

-¿Estás segura de lo que estás diciendo?-Me preguntó Anabella mientras abrazaba a Sammy de lado & metía su mano en el bolsillo trasero de su pantalón-Nunca haz aceptado ninguna chica para tu hermano, ¿Me aceptarás a mí?

-Ninguna es buena para mi hermano-Le dije mientras volvía a meter mis dedos en la Nutella-Pero, lo pensaré contigo. Eres buena chica y si fallas te quito la matriz para que no tengas hijos-Sabía que quería niñitos estresantes.

-No serías capaz-Entrecerró los ojos como si estuviera pensando lo peor de mí.

Desayunamos los panqueques por poco quemados que hice y luego pusimos mis maletas en la puerta de entrada para estar exactamente listos a las 7:30. Lo cual logramos y cada uno subió en su taxi con sus maletas para volvernos a encontrar en el aeropuerto.

Después de todo, se me vino una que otra lágrima al despegar, dejaría mi país... Lo más jodido es que todo se arregla con una chucara de plástico y una Nutella. Fue un viaje largo y agotador y más si a tu lado va un idiota que lleva un año sin tener sexo. Intentaba tocarme y masturbarse hasta que lo chantajeé con que gritaría y dejó de hacerlo. Cuando llegamos a Londres estúpidamente perseguí mi equipaje hasta que logré cogerlo y salimos a la casa donde viviríamos ahora.

Todo Londres era absolutamente hermoso, sus calles, sus casas, sus edificio, su gente. En el viaje del aeropuerto Heathrow a la casa nueva me la pasé admirando todo lo que dejaba atrás, hasta la forma tan paternal en la que caminaba un hombre con su niño en brazos. Cuando pude ver la hermosa casa tan británica que habíamos comprado por internet me estaba quedando sin aire de tanta emoción.

Al salir del taxi llegaron otros dos famosos taxis negros donde venían Ana y Sammy. Juntos nos quedamos admirando la ucasa mientras los amables taxistas sacaban nuestro equipaje y lo dejaban en el umbral.

-Esto es como un cuento de hadas-Dijo Bella tragando grueso.

-¡Puta! Viviremos muestro propio cuento de hadas-Le dije mientras corría al umbral. Deseaba que la puerta estuviera abierta, pero no era así, injustamente tenía llave.

-Aquí hay una nota-Nos llamó la atención Sammy mientras se sentaba en la silla mesedora que había en una esquina del hermoso umbral-"Latinos, espero y les guste su nueva casa. Ya es toda de ustedes, adentro están los papeles del poder de la casa y fue un magnífico placer hacer negocios con ustedes. No os preocupéis por las copias de las llaves, las tres llaves sacadas anteriormente fueron depositadas dentro de la casa. Debajo del matero izquierdo está la llave para entrar. Saludos y bienvenidos a Inglaterra"-No entendía la parte de que fue magnífico y eso. No se vio ni la sombra de Anabella mientras buscaba la llave y entraba a la casa.

-¿Cuanto pagaste? ¿Cómo que magnífico?-Le pregunté sentándome a su lado.

-No querrás saberlo-Me dijo guardando la cartica en su bolsillo e invitándome a entrar a la casa. Entrelazó su mano con la mía para hacerlo, debo aceptar que me dieron ganas de llorar al ver la hermosa casa por dentro.

Escaleras y paredes de madera vinotinto y muy bien pulidas, junto con paredes de mármol y cuadros de pinturas abstractas que hacían la casa muy interesante. Me adentré más al vestíbulo y mi sonrisa se ensanchaba cada vez más. 4 sofás de figuras diferentes de un color café crema, todos a juego en este espacioso vestíbulo y junto a la chimenea había un sillón de corazón de un rojo intenso que no tenía nada que ver con los sofás anteriores. A mano izquierda había una mesa en vidrío hecha para 4 personas, un diseño absolutamente hermoso y muy a juego con el diseño de los sofás.

Con los ojos fuera de mis órbitas caminé por el pasillo que llevaba a la cocina, para encontrarme con una cocina realmente espaciosa y totalmente bella. Todo estaba enbarnizado de vinotinto, se veía totalmente hermoso y plano, sin una sola falla. La cocina tenía gabetas arriba y abajo, un lavavajillas, un horno, un horno microondas, una estufa y un refrigerador de puertas doble. También había una barra de desayuno y unas butacas de acero con cojines blancos.

Volví al vestíbulo y me encontré con una puerta, al abrirla era el cuarto de baño social, no le presté mucha atención y seguí caminando. Al lado de las escaleras estaba la puerta del sótano, ni me preocupé en abrirla, nunca entraría ahí. Subí las escaleras para seguir admirando la segunda planta de la casa y todo el pasillo estaba lleno de más pinturas abstractas que lo hacía todo más interesante. Todos los cuartos eran iguales, paredes en mármol de un café menta y los baños internos en cada cuarto traía una bañera <¡Bañera en mi baño> Por dentro me estaba muriendo de la emoción.

-Ya veo por qué no quiero saber cuanto costó-Le grité a Sammy desde arriba mientras bajaba las escaleras.

-¿Verdad que es hermoso?-Este estaba sentado en uno de los sofá al frentre de la chimenea. Anabella salió de la cocina y se acurrucó a su lado mientras él pasaba su brazo por sus hombros. Me senté al otro lado de Sammy y nos quedamos ahí inmóviles disfrutando del fuego como la familia que siempre hemos sido.

-¿Deberíamos preocuparnos por las maletas?-Nos preguntó Ana mientras soltaba unas risitas.

-Estamos en Londres, aquí no nos robarán a la entrada de la casa-Justo cuando dijo eso, alguien tocó la puerta que ya estaba abierta. Todos pegamos un brinco y giramos las cabezas para ver quién era.

-Perdonen si los interrumpo-Dijo el chico y me sorprendió escuchar la melodía de su voz, tan caballeroso y alto con sus ojos verdes y cabello mono.

-Empecemos a utilizar nuestro inglés-Les dije en español mientras me encaminaba a recibir la nueva visita-¿Cómo te llamas?-Le pregunté usando mi inglés tan insuficiente comparado con lo caballeroso que era el suyo.

-John, John Sixx-Dijo mientras cogía mi mano y plantaba un beso en mis nudillos. Me ruboricé, ¡Tan caballero!-¿Cuál es el nombre de la hermosa daba que tengo en frente?-Seguía así de caballero y lo violaría.

-Avril, Avril Maryori Coppers Cárdenas-<¿En serio, estúpida?> Me reprendía en mi interior. No podía creer que le hubiera dicho mi nombre completo.

-¿Latina?-Preguntó mientras me sonreía. Asentí mientras mis mejillas volvían a tornarse de rosa-E§o explica tanta belleza-¡Mierda!

-¿Eres vecino?-Le pregunté al ver el pastel de chocolate que traía en manos.


-Eh, si. Vine a darles la bienvenida, vivo al lado-Me señaló la hermosa casa tan similar a esta que había a la derecha de esta hermosa casa con la que podía llenarme de orgullo al decir que es mía y de mis dos amores.

-Chicos, un vecino-Giré mi cabeza para hablarles y luego volví a John-¿Quieres pasar?-Le pregunté amable.

-No-Me respondió apenado mientras me tendía el pastel-De hecho, voy de salida. Fue un placer conoceros-Habló alto para los chicos. Estos le agitaron la mano en forma de despedida mientras le regalaban una sonrisa.

-No hay problema-Dije sonriéndole y recibiendo el pastel-Muchas gracias-Le dije mientras lo abrazaba con un brazo. Este respondió a mi abrazo y volvió a plantar un beso en mis nudillos. Giró y se fue a su auto, un hermoso BMW blanco. Mi boca hizo una perfecta O mientras el auto desaparecía.

-Ehmm...-Dije cuando recuperé el aliento-Deberían ayudarme a entrar las maletas y subirlas a los cuartos-Era lo mejor que podíamos hacer después de haber llegado.

Dejé el pastel en la barra de desayuno y fuimos a escoger los cuartos mientras subíamos las maletas. Escogí el cuarto con la ventana que tenía visión a todas las otras casas hermosas y Sammy junto a Bella me ayudaron a subir mis maletas. Cuando terminamos fuimos a la barra de desayuno y nos devoramos el pastel que John compró para nosotros.

Después de todo, decidimos ir a deshacer las maletas y justo cuando estaba abriendo la mía pegué un grito ahogado. ¡Esas prendas no eran mías! Yo no me ponía chaquetas de beisbolistas o similares. Los chicos llegaron momentos después y se dieron cuenta de lo que sucedía.

-Ese es el problema de que tus maletas sean negras como las de todo el mundo. ¡Mira lo que te pasa por no comprar las maletas lila que te dije!-¡Mátenme antes de que yo la mate a ella!

-Mañana volvemos al aeropuerto y buscamos tu maleta. Demás el dueño de esta ya se dio cuenta que no utiliza bragas-Me eché a reír y les pedí que se largaran de mi cuarto. Revise las otras maletas y si eran las mías. Por lo menos tendría qué ponerme mañana, cerré la maleta que no me pertenecía, me di un baño y me tendí en la cama a mirar el techo hasta que pude llegar a la inconsciencia.

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