miércoles, 15 de agosto de 2012

Capitulo 10: Lo amo.

Lovesong - Adele

**Whenever I'm alone with you, you make me feel I am home again, whenever I'm alone witht you, you make me feel like I am whole again**

Traducción:
**Cada vez que estoy a solas contigo, me haces sentir en casa otra vez, cada vez que estoy a solas contigo, me haces sentir entera de nuevo**



─¿Te gusta la idea de que nos vayamos?─Pregunté por su sonrisa.

─Me encanta─Respondió aún más contenta y me abrazó. 

─Que bien─Murmuré mientras entrábamos al auto y Sammy emprendió la marcha hacía la notaria donde teníamos la custodia de la casa.

─¿Qué haremos con la casa?—Le pregunté a Sammy mientras ignoraba mis pensamientos.

─Todavía no sé qué hacer, ¿Tú que piensas hacer?—Me preguntó mientras apretaba el volante.

─No la quieres vender, ¿Verdad?—Aventuré mientras le acariciaba el cabello. Anabella iba embobada en su móvil.

─Es la casa de mamá—Me confesó mientras sus ojos se veían tristes.

─Lo sé, ¿Y si la alquilamos?—Le pregunté mientras me sentaba de una manera cómoda para mirarlo.

─Sería buena idea, o se la podemos dejar  al cuidado de Claudia—Su idea era mejor que la mía. No quería a nadie en mi casa.

─¿Mi mamá qué?—Por primera vez habló Ana.

─Se come a tu pa—Le respondí y Sammy me dio una palmada.

─¡Avril!—Me reprendió Sam.

─¿Qué hice de malo?—Le pregunté mientras me acariciaba el brazo.

─Irrespetas—Me contestó.

─Digo la verdad, peor sería que no se lo comiera, o viceversa—Anabella, moría de risa, pero Sammy estaba serio.

─Déjala ya—Le pidió Bella—No me choca que me cuenten que mis papás se quieren—Sonrió como estúpida.

─Claro—Contestó un Sam sarcástico.

Por mí que se fueran muy a la mierda ambos, podían hacer lo que se les diera la gana; ¿Desgastar  mis insultos para una simple estupidez? No, no tenía cuando. Ellos hablaron y ahora era yo la que me perdí en la inconciencia. Cuando me desperté me di cuenta que estábamos en casa, ¿Para qué había ido entonces? Se suponía que debía firmar unos papeles o no sé qué y no firmé nada.

─Son unos pendejos, ¿Sabían?—Les dije mientras salía del auto y caminaba a la casa.

─Tu hermano  está hablando con mi mamá—Me contó Ana mientras pasaba de largo por la sala de estar.

─¿Por qué?—Le pregunté mientras bostezaba y me estiraba, lista para subir a mi cuarto.

─Tu casa va a quedarse con mi mamá, ¿No lo recuerdas?—Me regañó.

─Ah, sí—Le contesté como si nada y subí a mi cuarto. Eché la ropa a un lado y me tendí en mi cama. Realmente tenía sueño. Quería despertarme, en realidad sí, pero mi cuerpo no me dejaba; me sentía como si estuviera agarrotada, cuando había dormido casi todo el fin de semana.

Sentía cómo movían cosas abajo y arriba, sentía las ruedas de las maletas correr por la madera y las carcajadas de ambos de a momentos. Si estuvieran en mi posición de seguro se levantarían y estarían  con ellos en su recocha, pero en serio, me sentía pésimamente cansada. Como si hubiera cargado algo bien pesado Km/h. Seguí dormida hasta que Sammy se tiró en mi cama, me hizo rebotar y caí al suelo, me pegué un gran golpe en la cabeza y estaba tan consumida en mi sueño que empecé a llorar.

─¿Te golpeaste muy duro?—Preguntó un Sam alarmado─¡Mírame, Avril!—Me pidió y yo intenté abrir mis ojos. Se me dificultaba, estaba muy cansada—Avril, háblame—Me pidió algo distinto.

—Tengo sueño—Fue lo que salió de mi boca de una manera demasiado ida y chillona.

—¿Por eso lloras?—Me preguntó mientras me cogía del suelo y me depositaba de nuevo en la cama.

Hice un movimiento con la cabeza señalándole que sí.  Ahora no abría los ojos, con miedo de perder el sueño, pero aún sin abrirlos se me fue completamente el sueño. Me dio rabia, pero a la vez  me sentía bien por organizar mis cosas. Necesitaba saber que llevaría y que no.

—Gracias, cariño—Le dije sarcástica y fui al baño a lavarme la cara.

—Haz dormido todo el santo día, yo debo estar enojado—Habló desde mi cama, estaba demasiado cómodo allí.

—¿Anabella?—Pregunté en el momento que recordé su existencia.

—Está dormida, me ayudó con mis cosas y pues cayó rápido—Sonrió con esa hermosa sonrisa tan paternal.

—Así que si se te duerme una, vienes a despertar a la otra—Supuse mientras le sonreía y caminaba hacia donde había tirado la ropa.

—No tengo sueño, ¿Sabes?—Me dijo mientras abría la boca para volver a hablar pero yo no lo dejé.

—¡Bruto! Si no me dices, no me doy cuenta—

Mientras él me relataba todas las cosas que ya sabía me puse a organizar mis cosas y mi cuarto. Cuando me sentía exhausta él se puso Pause y fue a hacerme algo de comer; por eso lo amaba, era el mejor hermano que alguien pudiera tener.

Mis maletas no quería cerrar y él se reía de mí al verme intentarlo. Luego se paró de mi cama y con su fuerza las cerró.

—Explotarán, lo sé—Morí de risa mientras me recostaba a su lado en la cama.

—Todavía no tengo sueño—Me susurró en el oído mientras acariciaba mi cabello.

—Intenta dormir, ¿sí?—Le pedí, de seguro si él seguía acariciando mi cabello…Me quedaré dormida en un dos por tres.

—Sólo no soy capaz—Me explicó—Estoy entusiasmado—Se rió por lo bajo.

—¿Cuidas mi sueño?—Le debía pedir algo cariñoso para que me dejara dormir.

—Siempre lo hago, mi cosita linda. Te amo—

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