-No es
cierto-Reía a carcajadas-Nos vemos luego-Fui de nuevo adentro y camine a la
cafetería. Compre una coca cola y volví a mi puesto habitual, saqué los
auriculares y me puse a escuchar música, por más sencilla que sea siempre he
sido extraña, en todos los sentidos. Tengo un lindo cuerpo para exhibir pero nunca
me coloco shorts de cuero para salir en mi cuidad; las faldas, los shorts y los
vestidos los dejo para cuando voy a tierras calientes o cuando aquí hace calor,
me parece demasiado ridículo qué personas con un frio y viento que te haga
tiritar salgan medio desnudas a la calle solo para llamar la atención de los
demás. Mi forma de pensar tampoco ayuda mucho, soy madura y pienso diferente
que a todos los de mi edad; quiero un novio pero los babosos de aquí me dan
asco. Mis gustos; mi forma de vestir es como de rockera con un poco de emo y
también un poco de lo normal; la música que escucho solo me gusta a mí, me
gusta la música de mi país pero me gusta aún más la música en inglés, el rock
pesad, pop rock, country y bueno, no me gusta mentir, como a cualquier otro de
mi país me gusta el reggaetón; a veces me siento mejor estando aislada de los
demás…Me siento libre y también siento que puedo llorar sin interrupción. Por
mucho que se vea y por mucho que lo esconda mi vida no es perfecta. Tengo un
papá el cual desde que yo era una beba se dedicó a arruinarle la vida a mi mamá
y a culparme a mí por ello, un padre al cual le parece que haberme tenido fue
un error. Una madre que me apoya, me tiene confianza y con la cual hablo y
juego como loca; me parezco mucho a ella y eso es algo que amo. Una hermana
mayor que es más nerd que yo, una hermana a la que solo le importa comer,
dormir, estudiar y estar con su novio; lo que hace que me saque de quicio muy
seguido. Un hermano que es jodidamente perfecto para joderme la puta vida, un
hermano que me trata como si me odiara desde siempre, un hermano al cual amo
pero que me saca de casillas y que hace que me vuelva roja de la irritación
solo con hablar. Una abuela que se queja por todo y que siempre se hace la
víctima, pero que cuando quiere es buena, me defiende, me demuestra que me
quiere y me da gusta cuando le pica el bicho raro. Un abuelo que vive peleando
con mi abuela por sus cosas personales pero es un parcerazo del alma, me cuenta
sus cosas, sus discusiones y sus sentimientos cuando estamos solos para hablar
y que cumple algunos de mis caprichos pero cuando mi abuela lo envenena es mi
peor enemigo.
Sin saber
cómo ya era de noche, yo estaba recostada en mi cama, con el uniforme puesto,
los auriculares en mis oídos y llorando. Me quité el uniforme y quede en shorts
y una blusa de tirantes, seguí llorando hasta que llegó mamá.
-Mi bebé
hermosa ¿Por qué lloras tanto?-Se sentó en mi cama y empezó a acariciar mi
cabello, yo escondí mi cara entre las sabanas, no me gusta que me vean llorar
aunque llorar y que mis mejillas se manchen de negro ya es normal-Vamos…Dímelo,
sabes que puedes hacerlo-Odiaba que me insistiera cuando sabía que no quería
hacerlo cosa que me hartó.
-¿Lo quieres
saber?-Pregunte mientras me paraba bruscamente-Pues muy sencillo, tengo un papá
que cree que con decirle “Te amo” y “Eres hermosa” se van a solucionar los
problemas o se me va a olvidar todo lo que me dijo, tengo una mamá que me
escuchaba, se reía y hablaba conmigo pero no sé qué mierda pasó y todo eso
desapareció y se volvió pelea, tengo una hermana a la que parezco no importarle
y la que cada vez hace que me sienta
como una puta sirvienta por no hacer nada y mandarme a mí a hacerlo, tengo un
hermano que hace lo que se le da la gana con mis cosas y no lo regañan ni
castigan, tengo unos abuelos que cuando les da la jodida gana hablan mal de mí,
como si fuera una vagabunda de la calle, no quepo en este puto país, yo no
estoy para estar aquí y por más que lo intente no sé cómo distraerme para que toda
esta chimbada no me afecte. Sabes muy bien que me importa un reverendo coño lo
que los demás piensen de mí pero con ustedes es diferente porque son mi puta
familia. Es mi marica familia la que está pensando eso de mi ¿Cómo quieres que
me sienta? ¿Cómo quieres que no llore?-Se lo escupí todo en la cara-Ahora que
lo sabes todo lárgate de mi cuarto y déjame morir tranquila-La obligué a
pararse de mi cama, la acompañé hasta la puerta y cerré de un portazo. No
encendí laptop, no encendí tv solo me dediqué a llorar y escuchar música hasta
que no me aguanté más y fui al baño no a hacer mis necesidades sino a hacer
otra. Me metí el dedo y empecé a vomitar mis problemas. A medida que salía más
vomito más lloraba. Me sentí liberada y cuando limpié todo y me lavé los
dientes saló del baño y ya mi hermana estaba dormida, me tiré en mi cama y en
pocos segundos quedé dormida. Al día siguiente todo fue normal, me levante algo
más temprano, vi que el cuarto ya parecía un chiquero y lo limpie, coloqué
cojines y peluches en mi cama y organicé el peinador, recogí algunos cuadernos
y dejé el desorden de Cristina en su cama. Me bañé, me organicé y salí de mi
cuarto, desayuné pero no hable con nadie y no miré a nadie. No pedí el dinero
de hoy y así salí de mi casa, cuando iba pasando por la casa de Andrés me
tropecé con el mismo.
-Hola amor
¿Cómo estás?-Estaba sonriendo mucho, lo miré a los ojos y no contesté a su
saludo. Él me abrazó y apenas estaba atrapada en sus brazos sentí un vacío
inexplicable y un agujero en lo poco que quedaba de mi corazón. Rompí en llanto
de nuevo.
-¿Por qué
Karen? ¿Por qué de nuevo?-Susurró. Respiraba en mi cabello sentía su
respiración allí.
-Porque no
aguanto más amor, por eso-Fue lo único que salió de mi boca.
-¿Vamos?-Debía
ir a clases.
-¿A dónde?-Pregunté
antes de decir que sí.
-Pues a tu
colegio-Dijo como si fuera muy obvio.
-Parce, si
vos no estudias conmigo-Pues era ilógico que fuera conmigo.
-¿No queres
que te lleve?-Me soltó de su abrazo.
-¿Cuándo
dije que no?-¿Íbamos a pelear por eso? Paso su brazo por mi hombre y me giro para
siguiéramos caminando, bueno eso creía yo. Se paró en frente de mí y se empezó
a acercar.
-Amor
qué…-Fue muy tarde porque ya tenía sus labios con los míos. No correspondí a su
beso entonces él se alejó y me miro extrañado-No importa-Enrollé mis manos en
su cuello y esta vez fui yo la que empezó el beso. Él me cogió cargada y me
giro de nuevo, finalizamos el beso y él me dio otro en la frente. Sin decir
nada caminamos hacia el colegio, cogió mi mano y la entrelazo con la suya. No
protesté y seguí caminando, le conté que era lo que pasaba y lo que había hecho mi mamá pero no
le conté que vomité, eso solo lo sabía yo y yo. Cuando llegamos al colegio él
no podía entrar por traer su uniforme.
-Estaré por
estos lares todo el día hasta que salgas ¿Ok?-Dijo mientras me giraba para
mirarlo y colocaba dinero en mi mano. Parecía un puto muñeco de plato.
-¿Para qué
es esto? Andrés no…-No me dejó terminar.
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