Capitulo 14: Primeros besos.

─¿Quién era ella?─Pregunté haciéndome la inocente.

─¿Eso importa ahora?─Dijo Andrés respondiéndome con otra pregunta y acorralándome en el marco de la puerta mientras me cogía de la cintura. Se Acercó demasiado a mi cara como si me fuera a besar.

─Claro que sí, corrió como perro regañado─Chillé─¿Quién era?─Volví a preguntar.

─Mi supuesta novia─Resopló sin dejar de acorralarme.

─¿Supuesta?─Pregunté sarcástica.


─No la quería─Explicó mientras miraba mis labios, me mordí el labio inferior sin querer y él hizo lo mismo.


─¿Por qué?─Pregunté mientras me empinaba.


─Porque me gusta usted─Dijo mientras se acercaba a mí.


─¿Te gusto yo?─Pregunté confusa, pero deseosa de su beso.


─Si─Dijo mientras se acercaba más a mí y colocaba sus manos a cada lado de mi cabeza, encerrándome─¿Yo te gusto?─Preguntó mientras se acercaba más. 


Ya estaba entrando en la hiperventilacion. Solo era capaz de asentir con la cabeza, no sabía si saldría palabras de mi boca.


Él me besó tiernamente. Cuando finalizó el beso me dejó con ganas de más, lo miré a los ojos y él volvió a besarme de nuevo. Este beso fue diferente, mordió levemente mi labio inferior y yo hice lo mismo mientras lo cogía de la camisa, él me abrazó por la cintura y volvió a finalizar el beso. 


─Me gustas Karen─Volvió a decirme mientras me abrazaba.


─También me gustas Andrés─Suspiré en su cuello, se erizó de una manera que no  esperaba. 


─¿Qué hacemos?─Preguntó mientras hacia que nos tumbáramos en su cama.


─No sé─Respondí mientras me acurrucaba en su pecho. Así nos quedamos mientras él veía un partido de baloncesto. 


─¿Quieren helado?─Preguntó Patricia con una gran sonrisa mientras entraba al cuarto con un bote de helado, dos cuencas y dos cucharas.


─Claro─Dije devolviéndole la sonrisa y sentándome en el borde de la cama, intentando tapar un poco mis piernas, sin ningún resultado, claro está.


─Que disfruten el partido─Dijo mientras me entregaba las cosas y salía del cuarto.


─Verdad, ¿Por qué estas aquí?─Preguntó Andrés mientras me quitaba con delicadeza las cuencas y echaba en cada una, una buena porción de helado.


─Yo...─Dudé en responder.


─Mi mamá te llamó─Dijo mientras rodaba los ojos.


─No te enojes con ella─Le supliqué─Si quieres te enojas conmigo y ¡No le vayas a decir nada a ella!─Chillé─Ella no tiene la culpa de que tu te consigas novias tan putiongas─Dije mirandolo serio.


─¿Putiongas?─Preguntó aguantándose la risa.


─Me voy de aquí─Suspiré mientras me paraba.


─Heey─Se quejó mientras me atajaba en la puerta─¿Quién te está echando?


─Tú─Le escupí en la cara.


─¿Cuando he dicho que no te quiero aquí?─Preguntó mientras cerraba la puerta que ya había abierto y me hacía retroceder hasta llegar a la cama.


─¿Putiongas?─Imité su voz y me reí sarcásticamente. 


─¿Celos?─Preguntó mientras seguía caminando hacía mí e hizo que cayera a la cama. Se acostó encima de mí y volvió a acercarse a mis labios.


─¡Por favor!─Me quejé─Tengo algo que se llama dignidad, no como las zorras novias tuyas─Rodé lo ojos.


Él me volvió a besar ¿Por qué hacía eso? No sabía si él sabía que me gustaba de verdad, pero no quería que esto pasara solo hoy. Quería que fuera de todos los días, quería que pasara a ser mi rutina diaria. 


─Fin FlashBack─


─¿Karen?─Dijo Patricia llamando mi atención con su mano.


─¿Sabe que hora es?─Pregunté mientras buscaba mi celular.


─Faltan 20 minutos para las 8 de la mañana─Me respondió Patricia.


─¡Miercoles!─Exclamé por no decir '¡Mierda!'


─No, hoy es Sábado─Dijo Patricia burlándose de mí. 


─Tengo que estar en la academia a las 9:30 y sabes que queda diagonal a la puta mierda─Se me salió lo último y me tapé la boca apenada. 


─Te creo─Se río Patricia y salió de la habitación dándome espacio para organizarme. Pensé que me iba a regañar por la expresión que utilicé en ese momento, pero no me dijo nada. ¡Me dejó sorprendida!