sábado, 14 de abril de 2012

Capitulo 9, 10, 11 & 12.



-Papá, mamá ella es ___(tn), ___(tn) ellos son mis padres-Mis manos empezaron a temblar levemente, la única que lo notaba era Taylor y yo. Me las puse en la espalda.

-Es un placer conocerlos-Les sonreí.

-El placer es todo mío-Me contestó el Sr.

-Eres hermosa ___(tn), Taylor fue muy afortunado al encontrarte , siento mucho que hayas tenido que pasar por…
Taylor y su padre le hicieron una cara horrible obligándola a callarse. Ya lo sabe todo ¡Genial!

-No hay problema, yo también siento mucho haber pasado por eso Sra. Lautner, tiene una hija hermosa y un hijo también.

-Solo dime Deborah, ese es mi nombre.

¡Qué Sra. Tan dulce!

-Claro Deborah-Le sonreí.

-La comida ya está en la mesa, ¿Vamos a comer?

-Sí, ya tengo hambre-Volvió a hablar Makena.

Deborah y el Sr. Lautner se fueron adelante, yo me quedé allí petrificada porque por mucho que hablara y que pude llevar una conversación fue difícil.

-Vamos-Taylor me cogió de la mano y caminamos por el gran pasillo hasta la sala.

La casa era hermosa, tenía una que otra cosa rústica pero moderna, grande pero no tanto, era una casa perfecta para una familia. La comida estuvo deliciosa, no participé mucho en la conversación de ellos, solo sonreía porque Taylor se veía muy contento y estaba feliz porque su familia era muy unida.

-Taylor te toca organizar la cocina porque tu mamá cocinó-Le dijo el Sr. Lautner.

-Claro papá-Le contestó este de vuelta.

-¿Cómo te pareció ___(tn)?

¿Me estaba hablando a mí? No me había dirigido la palabra en todo el día.

-Delicioso Sr. Lautner, su esposa cocina expectacular y la receta del puré de papas tiene algo especial. Tiene que contarme el secreto Sra. Deborah, a mí no me queda tan delicioso-La mamá de Taylor se sonrojó.

-Se la llevaran muy bien ustedes dos, y más hablando de comida-El Sr. Lautner empezó a reírse.

-Con permiso, le ayudaré a Taylor con los platos-Les dediqué una sonrisa a los tres.
Iba caminando por el pasillo y escuché algo que no debía escuchar.

-Makena, cariño ¿Qué te pasas?-Pregunto la Sra. Deborah a su hija.

-No me gusta, es algo cómica, educada y dulce pero yo quiero a Selena.

¿Quién coños es Selena? Ya me imaginaba que esos gestos no eran tan seguros.

-Nunca le das oportunidades a las otras novias de tu hermano Makena, debes superar a Selena. Ella ya no es novia de tu hermano, pero es tu amiga ¿Por qué no lo dejas hasta allí? Ahora debes de aceptar que tu cuñada es esa dulzura que va con tu hermano a ayudarle con los platos-El Sr. Lautner no hablaba, no lo había escuchado hablar.

Me recosté en la pared y me dejé caer allí. ¿Y si tampoco le gustaba al Sr. Lautner? Le había dicho a Taylor que no era bueno que yo fuera. Demás que la tal Selena esa es una famosa.

-Ella es mejor que Selena ¿No ves la forma en que se miran? ¿No ves lo feliz que es Taylor con ella? Hace tiempo no lo veía de esa manera y mira que tampoco colocó problema por ir a lavar los platos. Él está feliz así que nosotros estamos feliz, tú deberías hacer lo mismo querida. Selena es tu amiga pero bájate de la nube de que volverá con Taylor, eso jamás.

Me sorprendí al escuchar al Sr. Lautner decir esas palabras ¿No querían a la Selena esa? Ya me quitaba un peso de encima, por lo menos solo no le había gustado a su hermana pero si quería saber quién era Selena y por qué la hermana de Taylor seguía queriéndola a ella y no aceptaba que su hermano saliera con alguien más. Caminé hasta la cocina y allí vi a Taylor 
lavando los platos con algo de asco.

-Yo los meto y tú los sacas-Pego un brinquito.

-No te esperaba aquí-Me sonrió.

-Pues aquí estoy, yo los meto y tú los sacas.

-No, yo lo meto y yo lo saco.

-Déjame ayudarte.

-Déjame hacerlo a mí solo.

-Déjame disfrutar de la situación-Empecé a reír por nuestra pequeña discusión.

-¡TAYLOR! ¿Qué cochinada estás diciendo?-Medio gritó Makena mientras entraba a la cocina.

-Lavo los platos-Taylor la miró sorprendida.

“Yo lo meto y yo lo saco” me sonrojé por lo que estaría pensando su hermana.

-¿Qué pensaste?-Le preguntó Taylor mientras yo me le hacía al lado y le quitaba los platos para lavarlos, no protestó por estar al pendiente de la respuesta de su hermana.

-Nada, solo, venía a ver cómo te iba. Estaré en el living.


Desapareció de nuevo y Taylor y yo nos quedamos lavando los platos en silencio.

-¿Quién es Selena?-Le pregunté de pronto.

-¿Makena te dijo algo?-Rodó los ojos.

-No, solo pregunto. Makena no me dijo nada.

¡Que supiera que lo escuché sin querer!

-¿Por qué no aceptas que Makena te lo dijo? Ya me sé ese cuento de memoria.

-No me lo dijo a mí, se lo dije a tus padres y sin querer lo escuché-Le escupí la verdad.

-¿Cómo que sin querer?-¿Dudaba de mi buena verdad?

-Sí, venía a ayudarte y cuando solo empecé a recorrer el pasillo ella empezó a hablar y dijo que prefería a una tal Selena que a mí-Se me quebró la voz, decir eso me destrozaba- No quería escuchar eso, tengo curiosidad ¿Me respondes quién es Selena? Es famosa ¿Verdad?, yo no lo soy y de seguro por eso tu hermana no me quiere. Yo te dije que era mala idea venir aquí.

-¿También escuchaste lo que le dijeron mis padres?-Asentí levemente con la cabeza-Entonces ¿De qué te preocupas? Eso 
ha sido desde siempre. Se encariñó mucho con Selena, pero yo no; yo te quiero a ti y ella debe de aceptarlo. Así ha pasado 
con otras pero lo debe de superar.

-Selena es tu ex más reciente ¿Verdad?

-Selena ya está en un libro viejo, empolvado y olvidado para mí.

-Espera supero y borro de mi mente lo antes dicho-Le pedí y él rio.

Nos quedamos en silencia hasta que él lo rompió.

-¿Por qué tienes las mejillas rosaditas?-Preguntó mientras acariciaba un de ellas.

-Solo recuerdo.

-¿Qué recuerdas?

¿Ahora qué mierda le digo? Él no entendió lo que entendió su hermana.

-El pasado.

-¿Qué pasado?

¡Verga! Qué difícil es hacer que se olvide de algo.

-Pues mi pasado, en el que estas tu metido ¿Se te olvidó?-No le diría nada.

-Claro-Secó los platos y los ordenó en su puesto-¿Vamos al living?-Preguntó mientras me acorralaba-Muero por darte un beso.

Y yo que te quiero comer, dije para mi fuero interno.

-Quiero conocer lo que era tu habitación-Le pedí mientras acariciaba su cabello, él posó sus manos en mi cintura.

-Te la enseño si me das un beso-Se acercó pero no lo dejé.

-¿Uno solo?-Le dije picarona, lo besé.

Fue un beso muy tierno, cargado de mucho cariño y pasión. Alguien carraspeó a nuestra espalda. Finalizamos el beso y Taylor se giró para mirar quién era y dejarme ver a mí. Ya no me sorprendía que fuera Makena, parecía una fiera enjaulada y se veía muy celosa.

-¿Vamos a ver una película?-Preguntó con desdén.

¡Sera un día MUY largo! Nos quedamos en silencio unos minutos y Makena enarcó una ceja, no sé porque enarqué también la mía pero la deshice al rato. No me gustaba ser de esa forma con ella, por más mal que le cayera seguía siendo la hermana de mi novio, lo que indica que es mi cuñada; cuñada que no me quería como cuñada.

-Primero le mostraré mi habitación a ___(tn) y en cuanto terminemos nos vemos la película que quieras-La niña salió a regañadientes de la cocina y Taylor y yo salimos cogidos de la mano escaleras arriba. El pasillo estaba adornado con fotos enmarcadas de todos. De Taylor de niño, de Makena, fotos de los padres de Taylor, sonreí al ver fotos de Taylor de niño. 
Se veía tan hermoso.

-Este es mi cuarto-Llamó mi atención mientras abría la puerta.

-¿Todos esos trofeos y medallas te las ganaste tú?-Le pregunté mientras miraba la vitrina-Veo que desde niño eres amante al deporte-Seguí y vi una enorme tv con un Xbox o Wii, en realidad no sé y al lado habían un millón de películas-También a los video juegos ¿Por qué no he visto de esto en el depto.?

-Todo está en otro cuarto. Tu solo entras a la cocina, al baño y al cuarto-Era cierto-Y también al Jacuzzi-¿Cómo olvidarlo?

-Tienes razón, no te lo niego-Me senté en su cama.

Él se me lanzó encima haciendo que cayera en su cama, todo se convirtió en risas y besos. Luego todo se volvió muy apasionado, empezó a meter sus manos por debajo de mi blusa y yo por encima de su pantalón acariciaba su gran miembro. Estaba por soltar un gemido cuando me paralicé.

-Estamos en la casa de tus papás, tu hermana nos está esperando para vernos una película-Hiperventilaba.

-Tienes razón, vamos-También hiperventilaba. Se organizó el pantalón y yo reorganicé mi blusa. Por poco y acaba con ella.

Nos miramos al espejo y bajamos  bien arreglados. En el living estaba Makena esperándonos. Vimos la película y Taylor intentó buscarme el lado.

-No amor, es día de pasarla con la familia y tu hermana necesita de ti, dale, abrázala a ella que lo necesita más que yo-La niña sonrió satisfecha por lo que dije y Taylor la abrazó sin desobedecerme.

Sabía que decía la verdad. Mientras empezaba la película se nos unieron el Sr. Lautner y la Sra. Deborah. Vimos la película en familia y cuando ya estaba oscureciendo decidimos que era mejor volver a casa.

-Nos vemos luego, cuídense-Dije depositando un beso en la mejilla y estrechando la mano con el Sr. Lautner.

-Nos vemos luego mami, papá dentro de poco vengo para que entrenemos y nos divertimos un rato; Makena, pórtate bien y deja de estar soltando la lengua-¿Por qué mierda abrí la boca?

Aunque nadie me miró ¿Será que pensaron que fue Taylor el que la escucho? No me importó. Solo me dediqué a caminar hacia el auto y esperé a que Taylor llegara. Mientras esperaba encontré una barra enorme de chocolate, mis ojos se volvieron signos de cuadros. Destapé el chocolate y empecé a comer.

-BUU-Taylor le pegó al vidrio.

-¿Estás loco?-Coloqué mi mano en el pecho tratando de que mi corazón volviera a su estado habitual.

-Estas tan concentrada en tu chocolate que no te diste cuenta que desde hace como 3 minutos estoy aquí parado-Me reí mientras me ruborizaba.

Taylor entró al auto y me dio un beso en el cabello, empezó a conducir y yo seguía concentrada en mi chocolate.

-¿Quieres un poco? Soy capaz de compartirlo-Lo miré y el solo se rió mientras asentía con la cabeza.

Le di chocolate, pero de mis labios. Se sorprendió al sentirlos pero luego se dejó llevar hasta que casi nos chocamos. Empezamos a reír como locos.

-Por tu culpa casi nos chocamos-Dijo entre risas.

-Fue tu culpa, porque tú pediste chocolate-Me defendí.

-Tú me ofreciste-Contraatacó.

-Y tu como buen rogado no te negaste-Le saqué la lengua.

-No discutiré más, pero lo último que diré es que quiero más chocolate cuando lleguemos a casa-Sonrió.

-Como ordenes-No me negué.

-¿Ves? Tampoco te haces rogar-Me sacó la lengua.

-No me hago rogar porque tú no te haces rogar-Contraataqué.

-No me convences.

-¿Quién cayó primero?-Le pregunté entre risas.

No me respondió, solo reía.

-¡JA! Ya sabes que gane yo-Le saqué la lengua-Pero…¿Qué gané?

-Lo que tú quieras-Dijo en tono picaron.

-¿Lo que yo quiera?-Repetí en pregunta.

-Si quieres puedo compartir chocolate.

-Me suena muy interesante la propuesta-Le dije en el mismo tono que él estaba usando.

Empecé a acariciarle el cuello apasionadamente y a él se le erizó la piel, sonreí con satisfacción.

Cuando nos bajamos en el parqueadero lo besé hasta que llegamos al elevador y prácticamente él me llevaba cargada, yo no sabía por dónde caminaba. Tropezamos unas cuantas veces y comenzamos a reírnos.

-¿Cómo te pareció el día con mi familia?-Pregunte entre besos.

-Decente-No encontraba otra palabra. Empezó a reírse por mi comentario.

-No fue tan malo-Intentó convencerme.

-No, solo no le caigo bien a tu hermana-Se lo saqué en cara.

-¿Eso tiene importancia?-Preguntó aun sin soltarme.

-Sí, es tu  hermana ¿No?-Le pregunte mientras colocaba las manos en su pecho.

-Eso se le pasara. Debe de superarlo y si no ¿Qué más da? Seguiré estando contigo-Me dio un beso en los labios haciendo 
que olvidara que era lo que no me había gustado.

-No lo lograras-Intenté no dejarme llevar por sus besos.

-¿No crees?-Pregunto mientras me seguía besando.

Lo intenté pero mi fuerza de voluntad no ganó. Ya estaba atrapada en sus besos y olvidé hasta que día era.

Me sentía como trabada cuando me besaba de esa manera, subimos al elevador y marcamos su piso. La pasamos de beso en beso hasta que las puertas del elevador volvieron a abrirse. De ahí esperé a que abriera la puerta de su depto. y entramos como cualquier otro día. Él fue directamente al cuarto y yo entre a la cocina.

Mientras rebuscaba donde estaban los chocolates escuché que se movieron algunas cosas en el cuarto. Encontré los chocolates y busqué el helado y por obra y gracia del espíritu santo también llegaron a mis manos la crema chantilly. Esto sería eróticamente delicioso.

Caminé al cuarto y Taylor ya me estaba esperando medio recostado en la cama así todo sexy como siempre ha sido. Lo miré detenidamente hasta llegar a su gran miembro, mordí mi labio inferior y en pocos segundos ya estaba en sus brazos, mientras nos besábamos mordí su labio y él soltó un gemido de placer. Mientras me seguía besando tiró las cosas que traía al lado de la cama y rompió mi blusa y también mis shorts. Yo pegué un leve brinco para enredar mis piernas en su cintura. Besé su cuello y lo mordí levemente y él dejaba que le saliera uno que otro gemido, para callárselo lo besé de nuevo y él empezó a caminar a ciegas.

Chocamos contra una pared y sin previo aviso sentí su mano en mi parte intima, ahora la que gemía era yo. Mientras él hacia sus buenas maniobras entre mis piernas yo besaba su cuello y no paraba de gemir. Le di un leve golpecito en su miembro para que me dejara bajar y cuando lo toqué este ya estaba encendido…MUY encendido.

Quité mis piernas de su cintura y lo empujé hasta la cama de nuevo, lo obligué a sentarse y me arrodillé para que mi cabeza quedara a la altura de su enorme miembro. Si él hacía que yo disfrutara un buen momento ¿Por qué no hacerle sexo oral antes de que empezara la función en forma?

Le di su buena mamada, creo que es una de las mejores que he hecho en toda mi vida y lo mejor de todo es que se la hice al mejor hombre del mundo. Decía que jamás haría eso, pero ¿Quién no lo hace estando de frente a semejante bulto y de semejante tipazo?

Luego de mis marometas con su miembro el cual decía que era todo mío, lo hicimos. Me tiró en la cama salvajemente y mientras buscábamos nuestros labios como locos él metió su miembro en mi parte intima, gemí de placer más de una vez.
Quería que disfrutáramos los dos así que me giré para quedar encima de él y tomar el control. Subí y baje algo rápido y él tocaba mis pechos y gemía, mientras que yo lo acompañaba en los gemidos.

De nada sirvió haberme quedado en la cocina buscando las cosas para que fueran deliciosas porque como andábamos de calenturitos sólo queríamos fuego y pasión, nada de dulce.

A la mañana siguiente me levanté pegajosa ¿Cómo no estarlo? No fui a bañarme, quería esperar a Taylor. Él seguía durmiendo como un ángel.

Gatee hasta donde estabas los chocolates pero no los cogí. Recogí el bote de helado que había caído al suelo y le eché como la mitad de la crema chantilly, se veía tan delicioso. Volví a mi puesto y me puse a comer, de algo serviría haberlos traído. Mientras comía prendí el tv y coloqué MTV, solo veía ese canal en tv, no me gustaba nada más. Como no estaban dando nada interesante me quedé dormida de nuevo con Taylor a un lado y el bote de helado al otro.


-Amor tu celular-Sentí que me decían, pero esa voz la sentía muy lejos-Amor tu celular-Me volvieron a repetir pero yo no me quería mover-AMOR TU CELULAR-Esta vez me gritaron.

-¡QUE COMA MIERDA EL PUTO CELULAR! TENGO SUEÑO ¡SE VALE DORMIR!-Le devolví el grito y me tapé con la almohada.

Escuche sus risas y luego como me quitó la almohada y comenzó a besarme para que me despertara.

-¿Puedo dormir 5 min más?-Le pregunté mientras me erizaba por sus besos en mi cuello.

-No, tenemos que ir a almorzar con tu papá y son las 11:30. A las 12:50 deberíamos de estar saliendo de aquí-Me recordó.

-¡DEMONIOS!-Grité mientras salía de la cama en una sola carrera. Taylor se rio de mí, algo que ya es muy común y luego me acompañó en el baño. Mientras él se vestía y organizaba, yo me coloqué una camisota de él y bajé a mi depto. por ropa. Ya que la anterior había quedado vuelta añicos.

Me vestí, terminé de organizarme y salí. Los tortolos no estaban, pero me habían dejado una nota en el refrigerador diciendo

“A eso de las 3pm estamos en casa de papá, hoy no almorzaremos con ustedes.
Tenemos algo pendiente. Te queremos.
TODOS”

Me reí por eso y llamé a Taylor.

-Llamada telefónica-

-Amor me dejaron sola ¿Te demoras?

-Estaba a punto de abrir la puerta-Se rio.

-Ok, hagamos de cuenta que yo no llamé-Lo acompañé en sus risas y colgué.

-Fin de llamada telefónica-

-¿Nos vamos ya?-Preguntó mientras calmaba sus risas y dejaba la puerta abierta.

-Espera voy por la carterita y el cel-Le avisé mientras entraba al cuarto. En realidad iba a tomarme la pequeña pasta, ayer no nos cuidamos así que hoy si debía hacerlo. De todas maneras saqué lo que iba a sacar y salimos de allí.

Esperamos el elevador de una manera muy decente comparado a la de ayer y mientras subíamos al auto de Taylor recordé que yo no tenía mi auto. Hice un puchero sin saber.

-¿Qué pasa amor?-Preguntó Taylor mientras me cogía el mentón para que lo mirara a la cara.

-No tengo mi auto-Se me quebró la voz.



No hay comentarios:

Publicar un comentario