Capitulo 6: Viernes fiestero.

Party Rock anthem - LMFAO

**Party rock is in the house tonight everybody just have a good time and we gonna make you lose your mind we just wanna see you shake that**

Traducción:
**El rock fiestero esta en casa esta noche todos tan solo se la pasan bien & vamos a hacerte perder la cabeza y vamos a hacerte perder la cabeza solo queremos verte menearlo**

─Esperarte─Contestó Sam como Don Juan por su casa.

─Si pendejo, ¿Me esperas para qué?─Lo miré mal y me encaminé al closet. Necesitaba vestirme y colocarme algo cómodo y lindo para salir. ¡Hoy es viernes! ¿Qué más malo puede pasar? Me encantaría salir y pasarla bien con mis amigos, por última vez.

─Hoy iremos a Sarabanda, habrá fiesta de espuma ¿Vale?─Habló por primera vez Anabella. 

─¿Vamos?─Pregunté─Eso me suena paseo─Contesté colocando los ojos en blanco.

─¡Ay Avril! ¡Por favor! ¡S-P-E-R-A-L-O! ¿Ok?─Me regañó Sam.

─Tu más que nadie sabes que me tienes con los humos afuera─Le mostré mi dedo del medio.

Mientras sacaba la ropa del closet y me tapaba con la puerta para poder vestirme sentí unos varios cuchicheos. me importó un bledo ¿De qué me debía preocupar? 

Mientras me vestida estaba intentando cambiar el semblante de mi cara, osea, si ellos me hicieron pasar un mal rato ¿Por qué no hacer lo mismo? Quería que ellos pensaran que yo estaba demasiado brava como para dejar pasar eso tan fácil y rápido. 

Cuando ya estaba volviendo a abrir la puerta, unos brazos algo gruesos pero con mucha fuerza me bloquearon. Se me olvidó todo mi plan, empecé a reír a carcajadas y me sentí más que bien por su contacto de nuevo. 

─Pensé que no te ibas a contentar─Suspiró aliviado Sammy.

─Porque eres un estúpido─Él no preguntó nada, pero yo respondí eso porque estaba que vomitaba esa frase─¿Cómo crees eso?─Pregunté mientras respiraba el aroma de su cuello que ya me era demasiado familiar. Me olía al mejor hermano que he tenido en toda mi vida.

─¡Tenias que verte la cara─Exclamó con cara de horror─. Parecía que nos ibas a matar en ese instante─Su semblante de horror no se iba.

─Y ustedes de tontos se lo creyeron─Me reí.

─Entonces ¿Nos perdonas?─Preguntó Anabella.

─Pues claro que sí tonta─Le saqué la lengua.

Se unió a nuestro abrazo y luego lo deshice para poder salir de la casa. Ya eran las 23:00 hora perfecta para llegar a la disco.

─¿En qué nos vamos?─Preguntó Ana.

─Pidamos taxi, o contratemos chofer. Porque yo hoy si pienso tomar, entonces no se puede conducir...─Habló Sammy y dejó la frase en el aire.

─Entonces pidamos chofer─Afirmé mientras iba por el teléfono fijo y se lo entregaba a Sammy.

Mientras este llamaba me fui a la cocina y busqué algo de tomar. Pensaba tomarme una soda pero luego me arrepentí, no quería azúcar. Busqué algo más en el refrigerador y encontré helado, pero recordé que no quería nada de azúcar. Seguí buscando y encontré un frasco de agua MonteAzul. La destapé y tomé el primer sorbo.

─Esto si sabe a agua del monte─Exclame sarcasticamente, pero el sarcasmo no se noto nada.

─Eres tan estúpida, ¿Ya probaste el agua del monte?─No me había dado cuenta que Anabella me acompañaba en la cocina.

─No seas tan pendeja, era broma zorra─La insulté mientras cerraba el frasco y lo llevaba conmigo de vuelta a la sala de estar.

─Claro y la zorra soy yo─Contestó esta de vuelta colocando los ojos en blanco.

Esperamos a que el carro que esperábamos llegara el carro, zapatee y acabé con mi frasco de agua. Realmente moría de la sed. Cuando llegó el auto, nos subimos y le dijimos a donde íbamos. Todo fue genial, ¿Para qué negarlo?

Cuando llegamos todavía no habían empezado con la espuma. Me encontré con unos cuantos amigos mucho más mayores que Anabella y yo. Pues nosotras sobornamos muy bien a los guardaespaldas del lugar y ya como el dueño de la gran discoteca es amigo y fue compañero de universidad de Sammy con mayor razón nos dejan entrar.

Cuando ya estábamos todo el combo -por decirlo de alguna manera- pedimos una botella de Tequila, otra de Vodka y pedí una Margarita Blue. Desde hace como tres días tenía muchas ganas de una y este era el momento perfecto para tomarla. Empezó la espuma y la buena rumba, entre toda esa espuma se me perdió una zapatilla pero aún así me importó un coño y seguí bailando.

Ente toda esa chacara y zumbidos de todo alguien me cogió de la cintura y empezó a bailar suavemente conmigo. No sabía quién era y la espuma tampoco me ayudaba, pero parecía que esa persona sí sabía quién era yo porque muy de vez en cuando susurraba mi nombre.

Empezó a sonar Duty Love y sin mentirlo el ritmo de esa canción y la letra me encantan. Empecé a mover mi cadera entre sus manos lenta y apasionadamente ¿Qué diablos estaba haciendo yo bailandole de esa manera a un desconocido total?