martes, 15 de mayo de 2012

Capitulo 2: Receso.



-Luego de que te vayas a estudiar-Dijo mientras acariciaba mi cara-Te extrañaré mucho mi niña-Dijo mientras me abrazaba y me daba un beso en la frente-Que disfruten el desayuno, tengo que ir a empacar unas cosas de la oficina-Dijo mientras cogía su bolso de nuevo y salía por la puerta-¡LAS AMO!-Nos gritó.

-Yo también-Dijimos Amy y yo al unísono.

-¿Qué haremos hoy?-Preguntó Amy con comida en la boca.

-¿No quieres ir a clases?-Le pregunté mientras colocaba los platos en el fregadero y subía las escaleras.

-¿Quieres que te diga la verdad?-Preguntó mientras caminaba detrás de mí.

-No, tenemos que ir a clases, de ahí ya hacemos hasta para vender ¿Te parece?-Le dije mientras caminaba a mi cuarto.

-Me da flojera-Dijo mientras se tendía en el puf gigante que había al lado de mi cama.

-¿Me importa?-Le pregunté sin mirarla-Ve a lavar los platos mientras yo me baño-Me metí en el baño y escuché ella como cerraba la puerta de un portazo.

Me bañé rápidamente y me coloqué ropa sencilla. Si nos vamos para un antro después de clases entonces vendría y me cambiaba de nuevo.

-¡Ya estoy lista!-Grité mientras cogía mi maleta y echaba los cuadernos de hoy, la cerré y bajé las escaleras.

-¿No vamos?-Preguntó Amy mientras se secaba las manos con la toallita de la cocina.

-Vamos-Dije mientras buscaba las llaves y abría la puerta.

Salimos caminando hasta su casa y la esperé mientras ella se arreglaba un poco y organizaba su maleta. Cuando ya estábamos listas nos devolvimos hasta mi casa y fuimos a la escuela en mi auto. En el camino recogimos al resto de chicas, primero pasamos por la casa de Diane y luego por la de Alee.

Era una completa locura, la casa de Amy y la mía quedaban muy seguidas y por la misma calle y la de Diane junto con Alee quedaban dos calles más que la de nosotras e igual de seguidas.

Hablamos locuras y dejé que pelearan por saber a qué antro iríamos hoy, cuando al fin se decidieron me di cuenta que la pelea en realidad era que Alee iba a ir con su novio Jacob, por fin lo conocería, pero se escucharía mejor, ¡Por fin trataría con él! porque ya lo había visto, pero jamás habíamos hablado.

-Jake llevará a unos amigos de él-Volvió a hablar Alee-Yo le dije que todas ustedes eran solteras, estoy diciendo la verdad. Y él también me dijo que sus amigos quieren conocer niñas lindas-Nos picó un ojo.

-O sea que solo quieren sexo-Dije mientras me metía el primer bocado de sándwich a la boca.

Ya estábamos en la hora de almuerzo.

-¿Y ustedes que quieren?-Me contraatacó Alee demasiado retante.

-Yo, tener una noche desenfrenada-Dijo Diane.

-Yo lo mismo que ella-Contestó Amy.

-Yo, enloquecer hasta morir-Le piqué el ojo.

-Son unas idiotas-Rodó los ojos Alee mientras seguía comiendo.

Pasaron el resto de horas de clases y cada una se fue para su casa a organizarse para el gran evento de la noche.

Yo no sabía que colocarme, sería un buen ambiente y quería pasar con alguien en particular toda la noche, no sabía ese alguien quién era. Pero de que lo conseguiría, lo conseguiría.

Volví a bañarme y saqué un enterizo que tenía un gran escotado hasta mi ombligo y se pegaba mucho a mi figura, ¿Qué más perfecto que eso? Me coloqué unos botines de gamuza, me recogí el cabello en una coleta y ya estaba lista para la acción.

Bajé las escaleras y cuando llegué a la cocina encontré la nota que me había dejado mamá.

“Any, hija.

Recuerda que no volveré en una semana, espero no me extrañes, aunque yo si te extrañaré muchote. Recuerda no perder las clases de Español, en verdad las necesitas, el dinero que te dejé está en efectivo y también en la tarjeta de crédito. Gástalo en cosas útiles, ¿De acuerdo? Aunque tengo muy claro que no me harás caso. Dicen que el sábado hará buen día, así que ve a la playa y broncéate un poco, si es posible. Estás muy pálida. No me gusta que estés sola en la casa, por favor, dile a Amy que se quede contigo. Luego llamo a su mamá.

Sé cuidadosa y juiciosa.
Te amo.
Mamá.”

Se me descompuso un poco el rostro, realmente la extrañaría y ella jamás dejaría de ser ella. No estaba tan blanca que digamos, pero si ella lo decía entonces lo haría. Me había dejado dinero para que disfrutara mi fin de semana y el resto de semana, obviamente sería cuidadosa, pero…juiciosa…lo dudo.

Empezó a sonar el teléfono.

-Llamada telefónica-

-¿Bueno?-Dije mientras buscaba mi celular en la sala.

-¿Any?-Preguntó una voz conocida, pero no reconocida. 

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