lunes, 8 de octubre de 2012

Epílogo.



PV Taylor.

Han pasado ya dos años & no me he dado el lujo de buscar a alguien que supere a ____(tn). Sé y tengo más que claro que nadie lo logrará, pero recuerdo su forma tan única de pensar y sé que no le está gustando que esté completamente solo y totalmente consumido por el dolor.

Llevo un año y 5 meses soñando con ella y una hermosa niña, una gran réplica de su hermosura en mis manos. ¿A qué se deben aquellos sueños? Me he estado cuestionando esto ya hace gran tiempo, pero no obtengo respuesta, sólo sé que la quería seguir, quería morir con ella, seguirla hasta el final. Pero no quería herir a mis padres y mi hermanita.

Fue doloroso aceptar que había muerto por culpa de los paparazi, todavía me es inaceptable haberla metido en este mundo, haberla dejado sola, no haber pensado en ese momento las consecuencias que traería dejarla sola. Nunca se me pasó por la cabeza reprenderla porque estaba fumando, sólo quería matar a todos aquellos que la acosaban para dejarse tomar una puta foto.

Hoy sería un día diferente, volví a la casa de mis padres, desde la muerte de ____(tn) le tengo miedo a la soledad. Pero hoy volvería a mi independencia, ya tenía mi nuevo depto. Amueblado y hoy seria mío, ya me entregaron las escrituras. Era mi segundo depto., toda una responsabilidad para mi…Bah, no quería pensar más en ____(tn), hoy más que todos los días me tenía completamente loco y demasiado pensativo, ¿Sería capaz de encontrar a alguien con quién las peleas fueran totalmente en broma? ¿Alguien tan perfecta y celosa por no ser rubia? ¿Alguien tan imperfectamente perfecta?

Iba caminando por las calles la gran ciudad acompañado de mis dos amigos, Robert y Kellan. Mientras pensaba en lo ya imposible, _____(tn). Cuando de pronto choqué con alguien y regué mi café en su blusa.

—¡PUTA MADRE!—Gritó y creo haber entendido algo.

—¿Latina?—Le pregunté olvidándome del café.

—Sí—Respondió haciéndome mala cara.

—¿Podrías traducirme lo que dijiste?—Le pregunté amable.

—Dije “Puta madre”—Esta vez me miró a la cara—¿Taylor Lautner?—Preguntó asombrada.

—Sí—Le dije ruborizado y me perdí en su belleza.

—¿Por qué me miras así?—Me preguntó y sentí que podía liberarme de mis días eternos de soledad. Mi café había caído en su blusa como anillo al dedo.

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