-Si querida, ahora la exagerada soy yo-Le saqué la lengua y
me senté en mi lugar. Taylor empezó a conducir y yo coloqué música, justamente
empezó a sonar Party In The USA de Miley Cyrus. Carla y yo empezamos a cantarla
a todo pulmón y bailábamos en nuestros asientos haciendo coreografía, los otros
solo reían. Llegamos a la casa de Michael, este nos estaba esperando en la
entrada. Subió a la camioneta y seguimos.
-¿Cómo estás?-Pregunté y mi voz salió ronca y seca-Necesito
agua-Me toqué mi garganta y carraspee varias veces pero no conseguía mi voz
original.
-La mía no-Dijo Carla hablando con la voz igual que la mía,
empezamos a reír como locos.
-¿Por qué están hablando así?-Pregunto Michael dándole un
beso a Stepha.
-Gritan como locas, si no resultaban hablando así serian mis
diosas-Contestó Stephanie respondiendo a su beso.
-Entonces seremos tus diosas. Espera tomemos agua y nuestras
voces estarán como nunca-Mire a Carla y esta respondió con un seco.
-Oh si-Todos empezamos a reír de nuevo. Empezó a sonar Single
Ladies de Beyoncé e hicimos lo mismo, pero esta vez Stepha se unió a nuestra
coreografía. Los chicos solo reían pero
yo sabía que por dentro tenían ganas de que nosotras les bailáramos. Llegamos a
un paradero y Taylor dejó el carro allí y nos tocaba caminar. Nos metimos
dentro de los árboles hasta llegar a un hermoso prado, creo que había jugado
allí cuando era niña con mi papá. Se me hizo muy familiar y acogedor, tanto que
derramé una lágrima.
-¿Qué pasó amor?-Preguntó Taylor mientras me limpiaba la
lágrima.
-Trae buenos recuerdos venir aquí-Sonreí y me senté en el
pasto, los otros también se sentaron y empezamos a tomar el sol.
-¿Jugamos?-Preguntó Pablo.
-¿Qué trajiste?-Le pregunté yo.
-El disco-Lo sacó de su bolso y me lo lanzó.
-Genial-Lo atrapé en segundos-¿Quieren jugar?-Les pregunté al
resto, sabía que a Pablo y a Carla les gustaba, pero no el resto.
-Claro-Dijeron al unísono y se pararon al tirón. Jugamos en
el enorme prado un rato y no parábamos de reír hasta que no sé quien lanzó el
disco muy alto y muy lejos, ya adentrándose a lo que en realidad era el bosque.
Al mismo tiempo todos caímos al suelo, empezaron a buscar a sus parejas
entonces yo corrí al lado de Taylor. Quedé recostada en su pecho y sin querer
pensé en algo imposible. Lo cual hizo que una tras otra lágrima cayera por mis
mejillas. Taylor apenas sintió su camisa mojada me hizo levantarme y mirarlo a
la cara.
-¿Qué pasa?-Pregunto preocupado.
-Nada, solo una estupidez-Me limpié las mejillas e intenté
sonreír.
-¿Qué estupidez?-Parecía que le importaba mucho saber.
-Niño, nosotros en este lugar-La voz se me quebró.
-Fue mala idea venir-Agregó Carla con la cabeza gacha.
-Claro que no-Negué de repente-Entonces ¿Dejaré de salir
porque todo me recordará algo así? Debo de aprender a
superarlo y si no lo
intento nunca lo lograré-Pensaba seguir pero Taylor se me adelantó.
-Tiene razón-Hizo un gesto extraño, que yo no entendí.
-¿A dónde vamos?-Pregunto Pablo.
-A donde me lleven-Les di una gran sonrisa.
-¿Vamos al centro comercial?-Pregunto Carla casi saltando.
-Yo voy si me prometen que comemos-Todos me miraron como si
estuviera loca.
-Eso es la menopausia-Solo faltó que Michael dijera eso para
que todos riéramos, incluyéndome. Caminamos de nuevo por el sendero y mi camioneta
había desaparecido.
-¿Qué mierda pasó aquí? ¿DÓNDE ESTÁ MI BEBÉ?-Empecé a
gritar-¡Oh mierda!-Bajé la voz porque los putos paparazzi’s esos deberían de
estar en cualquier lugar-Ahora ¿Cómo no iremos? ¡Puta madre! Le dará diarrea al
que se robó mi auto, de veras que si-Me invadía la rabia.
-Que mal el que le deseas-Se burló Stepha.
-Llamo a mi manager y
él tranquilamente puede traer mi auto. Relájate amor que pudo ser peor-¿Qué
mierda…? ¿Peor de
qué manera? Se habían
llevado uno de los amores de mi vida.
-Lo intentaré-No discutí y me senté en el sendero a esperar
el otro puto auto. Carla se sentó a mi lado y hablamos de cosas sin sentido
hasta que llegó el auto. Fuimos al mall y se me olvidó por completo que me
habían robado el auto. La pasamos genial haciendo y deshaciendo en el centro
comercial y no nos decidíamos en qué restaurant entrar a cenar, cenamos en
Mcdonald’s. Por fin Taylor se decidió a comer comida chatarra. Cenamos y nos
fuimos al depto. ya eran como las 20:30.
Llegamos a casa y no quise hablar del auto, solo entré al
cuarto seguida por Taylor.
-Creo que tengo que ir a hablar mi manager y también volver a
organizar lo de la reunión ¿Nos vemos luego?-Se recostó un rato en la cama
mientras yo entraba al baño. Me desvestí y salí en toalla.
-Amor solo has lo que tengas que hacer, no necesitas darme
explicaciones-Me senté en sus piernas-Yo no las estoy pidiendo, sabes muy bien
que aquí te espero. Te amo-Le di un beso en la comisura de los labios y me paré
de nuevo hacia el baño.
-Yo te amo aún más-Casi me grito-Vuelvo luego-Sentí el
portazo. Me metí a la tina y me relajé, salí de nuevo del baño. Me coloqué el
pijama y me recosté en mi enorme peluche. Hace mucho tiempo que no me sentaba
allí a abrazarlo. Encendí la tv y me puse a ver South Park, me reí como nunca.
Tanto que sentía que volvía a ser beba. No sé en qué momento me quedé dormida.
¿Mi oso camina? Sentía que me movía. Abrí un poco los ojos y estaba en los
brazos de Taylor y este caminaba hacia la cama.
-No soy una beba-Me quejé. Intenté bajarme pero mis fuerzas
aún seguían dormidas.
-Si eres mi beba-Me dio un beso en la frente.
-Te amo-No dije más estaba totalmente cansada. No paraba de
pensar en la idea de que Taylor y yo viviéramos juntos pero no lo quería. Era
mejor tenerlo un piso más arriba de mí y saber que tenía mis propias cosas. La
luz empezó a entrar por la ventana y molestarme en la cara, me giré para el
otro lado, de estúpida no cerré la cortina ayer. Estaba sola en la cama, eso
indicaba que Taylor no durmió hoy conmigo.
Abracé un peluche y ya no era capaz de conciliar el sueño, me quité el
cabello de la cara y seguí pensando en lo bueno de vivir separados.
-Amor-Abrieron la puerta y mucha luz entró al cuarto.
-¡MIERDA!-Grite, mis ojos todavía no se acostumbraban a la
luz.
-Dormilona, vamos. Párate-Se empezó a acercar Taylor.
-No me quiero parar-Estiré mis brazos-Pero de seguro con
tanta luz que he recibido no duermo más-Se rió por mi comentario.
-Es bueno levantarse de vez en cuando y asolearte un poco-Se
sentó al lado mío y besó mi frente.
-Eso fue lo que hice ayer-Me senté a su lado y traté de
volverme a quitar el cabello de la cara.
-Pero hoy lo harás con otras personas-Me sonrió malicioso.
-¿Cómo que con otras personas? ¿Con cuales otras?-Salí de mi
cama y caminé directo a mi armario, necesitaba unos shorts y una camisa de
tirantes para poder salir de mi cuarto, el pijama de hoy estaba muy escotado.
-Iremos a que conozcas a mis padres y mi hermana-Se me cayó
la blusa que tenía en la mano.
-¿Por qué hoy?-Los nervios me invadían-¿No puede ser mañana?
O ¿La otra semana?-No quería ir ¿Y si no les gustaba porque no soy famosa?
-¿No quieres ir?-¿Qué mierda le iba a decir?
-¿Y si no les gusto?-Camine de nuevo a la cama y me acurruqué
a su lado.
-¿Por qué no les vas a gustar?-Empezó a acariciar mi cabello.
-Porque no soy famosa, no tengo nada que ver con las cámaras.
No soy de tu estilo y me imagino que tus papás no aceptaran que salgas con
alguien que le huye a las cámaras-Me tapé la boca de repente ¿Cómo le había
dicho eso?
-¿Por qué crees eso?-Estaba aguantándose la risa.
-Ya ríete-Rodé los ojos y él soltó la carcajada.
-Arréglate que dentro de un rato nos vamos ¿Ok?-Sus
carcajadas me habían dado un poco de seguridad.
-Vuelvo dentro de un rato-Le di un beso fugaz en los labios y
mientras que caminaba al baño me quité la camisa que tenía sus escotes de
lencería pero tapaba lo que debía, sonreí maliciosa y seguí caminando como si
nada.
-¿Por qué lo haces?-Sentí pasos detrás de mí, solté unas risitas
y salí corriendo al baño, traté de cerrar la puerta pero ya era muy tarde.
Taylor ya estaba adentro, me ayudó a bañarme e hicimos otras cositas no
debidas. Por primera vez en mi vida no hice ruidos pero cada que me iba a salir
un gemido de placer o un gran grito como los que pego Taylor me tapaba la boca
o me silenciaba con un beso. Terminamos nuestro baño y yo me vestí como
cualquier otro día. Salí del baño y Taylor estaba viéndose un partido de
hockey.
-Estoy lista-Le di una enorme sonrisa.
-Vamos-Apagó el tv y se paró de la cama. Caminamos hasta
afuera y había un chiquero en la cocina.
-¿Qué mierda paso aquí?-Miré a Pablo y tenía su camisa
embarrada.
-Yo te dije que te iba a regañar-Se burló Carla.
-Fuiste advertido-Dijo Stepha entre risas, Michael que estaba
viéndose el mismo partido que Taylor miro la escena, se rió
un rato y luego
volvió a la tv.
-Yo…Lo siento-No podía creer que me dijera eso.
-¡Maldición Pablo! ¿Por qué hiciste esto?-Taylor soltó mi
mano y fue a sentarse al lado de Michael.
-Ya dije que lo sentía-Se defendió Pablo.
-Pero no me has dicho porque putas lo hiciste. ¡Demonios!
Sabes cómo me choca que se metan en la cocina y como no saben hacer nada hagan
una completa mierda con ella-No me le acercaba porque de pronto lo estampaba un
golpe en su hermosa chocolatina. Por cierto, ya estaba bien fornido el tonto
este-Cuando regrese quiero TODO absolutamente TODO limpio ¿Entendiste?-Lo
amenacé con el dedo-Y si no lo encuentro organizado volverás a comer arroz
chino con pollo y espaguetis por TODA una jodida semana ¿Entiendes?-Lo
limpiaría, de eso estaba segura.
-Pero…-Iba a decir.
-Pero nada Pablo, lo haces o no comes lo que mis manos
preparen-Que buen castigo el que se me ocurrió. Caminé de vuelta a la sala y me
encontré con una Carla muerta de risa, una Stepha mirando raro a Carla, un
Michael y un Taylor muy concentrados en el partido.
-Amor, creo que ya estoy lista-Traté de que sacara la vista
de esa pantalla pero lo que conseguí fue…
-Adelántate amor, dentro de unos segundos te alcanzo-¡Vaya
respuesta la que conseguí! Abrí la puerta y salí de allí, esperé el elevador.
-BU-Gritó a mi espalda y yo brinqué de los nervios.
-¡MALDICION!-Grite mientras me alejaba de esa persona y me
giraba a ver quién era.
-Estas hermosa amor, tiempo sin verte nena-¿Qué mierda está
pasando aquí?-Tus nervios te hacen ver más sexy.
-TU ¿Qué estás haciendo aquí? ¿Qué haces en Los Ángeles? ¿Por
qué mierda sabes dónde vivo?-Ahora si estaba nerviosa
¿Me estaba siguiendo?
-Pues vine a buscarte y eres medio famosa. Ahora sales mucho
en la tv como novia de un famoso. Llegaste lejos ¿Ehh?-
¡Mierda! ¡Mierda! Y más
¡Mierda!
-No me vengas con cuentos chinos ¿Ok? ¿Por qué me vienes a
buscar? ¿No te quedó claro que no quiero volver a verte en mi vida? Stiven tu
no me interesas, me desilusionaste y pensabas abusar de mi ¡Lárgate de aquí!-Se
me quebró la voz y no fui capaz de gritar, cosa que intenté hacer.
-Eso fue pasado, ahora no pienso igual y te he pedido
disculpas muchas veces-Iba a tocarme pero yo lo miré con asco y me alejé más de
él por hacer eso me choqué con el pecho de Taylor.
-¿Quién es este amor? ¿Por qué estas asustada? ¿Por qué
pareces huyendo?-¡Oh mierda! ¿Qué más va a pasar?
-Amor solo…-¿Qué mierda le digo?-Iba a ir a buscarte pero me
choqué contigo-Le intenté sonreír pero fue una sonrisa forzada-Y pues…Él es un
conocido, Stiven-Murmuré por lo bajo, ni amigo era capaz de decirle.
-Mucho infeliz-Taylor se puso como una fiera enjaulada y
estaba dispuesto a golpear a Stiven.
-¡Taylor!-Fue un grito bajo-¡Santo cielo! ¡Cálmate, amor!
Estamos fuera del depto. ¿Quieres formar
un escándalo? Eso es lo que él quiere-Empecé a murmurarle en su oído y
no lo soltaba, parecía una garrapata aferrada a él-Solo vino a herirme a mí,
irritarte a ti e intentar salir en tv. Lo conozco más que bien y él es un
jodido interesado y ambicioso-Finalicé con un beso en su oreja y luego pasé a
depositarle uno en los labios.
-¿Vamos?
Sus manos temblaban.
-Si amor, estoy lista.
Llegó el elevador y subimos a él. Stiven se quedó petrificado
en el pasillo y no sé por qué sabiendo que nadie le hizo nada a él.
Le mandé un sms a Carla diciendo que llamara a la seguridad
del edificio y sacaran a ese estúpido de aquí y que jamás lo dejaran volver a
entrar.
-Amor deja de temblar-Le pedí a Taylor mientras cogía sus
manos y se las apretaba pero me sentí diminuta porque no moví nada y no se
quejó de nada.
-Tengo rabia ¿Se nota?
¡Que buen sarcasmo! ¿Jugábamos a que él se enojaba sabiendo
que la irritada debía de ser yo?
-A leguas mi amor-Ya estaba seria.
-Lo siento, tengo una confusión de sentimientos. Siento algo
de celos y mucha rabia.
Le dio un puñetazo a una de las paredes de metal del elevador.
A mí me dolió y mucho, pero él no se sobo y tampoco hizo un gesto de dolor.
-¿Celos por qué?-Intenté olvidar ese puñetazo.
-No lo sé, es lo que más me pregunto.
Estaba más confuso que yo. Nos quedamos en silencio en todo
el trayecto y ya cuando estábamos en
camino a la casa de sus padres él rompió el silencio.
-Ya sé porque sentía algo de celos-Su enorme sonrisa me hizo
sonreír.
-¿Todavía piensas en eso?
Me miro extrañado pero siguió riendo ¡Más hermoso no puede
ser!
-Pues no podemos negar que ese patán fue tu novio y al verlo
allí eso causa un poco de celos aunque tú ahora sientas
repulsión a su lado-Se
veía concentrado en sus pensamientos.
-Olvídalo ¿Quieres? No hay que darle importancia a eso.
Recosté mi cabeza y seguí atormentándome con mis
pensamientos.
-Tu ¿En qué piensas?-Acaricio mi cabello con una mano
mientras me miraba de reojo.
-Estoy nerviosa-Le confesé.
-No pasará nada del otro mundo. Es una familia común y
corriente.
Se rió por lo bajo y
cuando llegamos a una hermosa casa guardó su auto en el garaje donde
habían otros dos y de caballero se bajó y me abrió la puerta del auto.
-Depende de lo que para ti signifique común y corriente.
Ahora las manos que temblaban eran las mías.
-Relájate cariño-Besó mi frente.
-Como digas-Rodé los
ojos.
¡Que fuera tan fácil!
-Te apuesto que la primera que saldrá será Makena-Su sonrisa
era encantadora.
-Genial.
Cada vez estaba más nerviosa. Entrelazó nuestras manos y
empezamos a caminar hacia la puerta.
-Deja de temblar-Me pidió mientras me miraba por encima del
hombro.
-Estoy nerviosa ¿Puedo estarlo?-Alcé la vista para verlo, él
volvió a reírse.
-No pasará nada del otro mundo.
Creo que le gustó esa frase.
-Compruébalo-Le saqué la lengua y él siguió riendo.
-Ya verás.
-Como tú digas.
Me arme de valor y caminé un poco más rápido para que el
tormento se fuera. Si más rápido se hacen las cosas, más rápido corre el tiempo
y más rápido estaré de nuevo en mi casa.
Taylor abrió la puerta y como había dicho una chica estaba
parada al frente.
-¡Mi peque!
Medio gritó mientras caminaba unos pasos más y la chica se le
lanzaba encima.
-Tu peque no está tan peque-Murmuré por lo bajo pero él
escucho.
-¿Dijiste algo?-Se giró aun con ella encima para mirarme.
-Emmm…Que tu peque no está tan peque, es casi de mi estura-Me
sonrojé porque la chica me miraba-Pero ¡Mírate! Eres
hermosa, no te pareces
tanto al feo de tu hermano.
Reí por lo que se me ocurrió y la nena esa también me
acompañó en mis risas, Taylor lo hizo pero luego se quejó.
-Oyeee. Hieres mis sentimientos, sé que soy feo pero tampoco
para que tú lo digas-Me sacó la lengua.
-Tu eres lo más hermoso del mundo amor, solo fue un momento
de…Lo siento, pero tengo que ser sincera, tu hermana es
más linda que tu-Me acerqué
a acariciar la mejilla de Taylor y a sonreírle a su hermana.
-Es la primera vez que la vez, no te he hablado mucho de ella
y ya la prefieres.
Se la bajó de encima y la hizo a un lado con una típica cara
de celos.
-Taylor está celoso-Dijimos Makena y yo al unísono, empezamos
a reír por eso.
-Tienes que admitir que soy mejor que tú.
Makena empezó a acariciar su cabello como típica niña de papi
y mami, eso no me gustó.
-Serias una buena actriz, hiciste igual a una niña de papi y
mami-Eso no me convenció, si era niña de mami y papi ya me
caía de la patada.
-¿En serio? No me gusto, entonces digamos que somos iguales.
¿De veras hable tan así?
Bueno, ya estaba fuera de dudas. No era niña de papi y mami.
-Pero ___(tn) sigue prefiriéndote a ti
Ya conocía ese tono, quería que no consintiera ¿En frente de
su hermana?
-No lo creo.
-Si lo creo.
-No lo creo.
¡Qué bonita discusión tenían los hermanos!
-Si lo creo.
-Qué no lo creo.
-Qué yo sí, ¡Mírala! No dice nada, solo nos mira. Eso indica
que tengo razón-Me señaló mientras hablaba, Makena solo reía.
-Sabes muy bien que no es verdad lo que dices-Le saqué la
lengua-Yo a ti te amo-Le tiré un beso en el aire.
-Yo más-Le tiró otro de vuelta.
-¡Qué lindos los tórtolos!
Makena rodó los ojos y su mirada había cambiado en algo. No
dijimos más pero llego la Sra. Lautner y detrás venia el Sr.
Lautner. Los
nervios volvieron.
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