─¡Eres cínico!─Exclamé irónicamente─¿Seguir discutiendo? ¿Cuando
deje el mal humor?─Pregunté con más ironía─No tiene gracia─Le saqué la lengua y seguí mirando por la ventana.
Si lo veía a él, se me quitaría toda la rabia que
tengo encima y no quería eso, quería su respuesta y por primera vez intentaría
ser fría con él. Cosa que depronto sería capaz de lograr sin mirarlo a la
cara o su cuerpo glorioso.
─Mírame─Me pidió mientras
estacionadaba.
─No
quiero─Le dije
mientras me quitaba el cinturón, iba a abrir la puerta y me di cuenta que este
le había colocado el seguro automático─Taylor,
por favor─Le pedí sin mirarlo.
─Mírame─Me contestó, por el sonido de su voz no pude evitar el mirarlo─¿Todavía
estás molesta?─Me preguntó mientras acariciaba mi mentón.
─¿Qué crees?─Le
dije mirándole
fijamente a los ojos.
─Sí, ¿Qué
quieres que haga, ___(tn)?─Rodó los ojos.
─Que
respondas la pregunta que te había
hecho anteriormente─Le
dije quitándole la mano
de mi mentón.
─Cuando
salgas de la preparatoria y tengas tus estudios organizados si querré─Me
dijo tiernamente y en ese momento tocaron la ventanilla de mi puerta. Me exalté y al girarme era mi padre.
Taylor quitó el seguro y
pudimos salir del auto.
Creo que estaba contenta con su respuesta, aunque no me
sentía muy segura. Extrañaba tener una pancita nada plana, también extrañaba
los cuidados que me hacían y extrañaba aún más mis pequeños antojos. Cuando
entramos al centro comercial fuimos directo al tercer piso que era la zona de
cines. Papá escogió por vernos Dark Shadows, de Johnny Deep.
Estaba en completo silencio, sólo hablé para decir qué
gaseosa quería y si sólo iba a comer palomitas. Pedí dos coca-cola, una
palomitas y tres chocolates. Todos me miraron como si estuviera enferma y yo ni
les paré. Entramos a ver la película y antes de que empezara ya llevaba las
palomitas por la mitad, empecé a reír como tonta y todos en la sala me
callaron. Empecé a reírme en silencio y luego Taylor me susurró en el oído.
─¿De qué te ríes?─Me preguntó con voz seductora.
─Ya
no tengo palomitas─Le
susurré en el oído y le di un pequeño beso en los labios.
─Pero
tienes tres chocolates grandes y dos coca-cola, ¿Quieres palomitas?─Preguntó aguantándose las risas.
─No,
sólo me causa risa─Le
dije y seguí viendo la película. Cuando acabé con todo lo que había pedido le
susurré a Taylor en el oído.
─Vuelvo
enseguida, quédate viendo
la película─Le di un beso largo y salí de la sala.
Caminé por todo el tercer piso hasta que me cansé y bajé a
lo que era el centro comercial. Empecé a caminar por todas las sesiones de
almacenes, llegué al lugar donde estaban exhibidos los autos y no sabía si
escoger un Mercedes Benz Blanco, un Porsche Cayman, un Volkswagen Azul o un
Mini Cooper Negro. Mientras estaba tan indecisa sentí que alguien se me paraba
tras mío.
─¿Qué piensas?─Preguntó Pablo.
─¿Qué haces aquí?─Le pregunté mientras le abrazaba por la
cintura.
─Te
fuiste y no volviste, así
que ya sabía donde
encontrarte─Se rió
por lo bajo.
─No
sé cuál escoger─Le conté mientras seguíamos observando los autos.
─¿Por qué estas tan seria?─Preguntó como si yo no hubiera hablado.
─Porque
a veces te extraño─Le susurré en el oído y a él
casi se le salen los ojos de las cuencas.
─¿Cómo es eso?─Preguntó también por lo bajo. Aquí era bueno ser más discreto y prudente, esto que estaba hablando con
Pablo era algo de lo que la prensa no se podía dar cuenta.
─A
veces extraño tus besos─Le conté.
─¿Por
qué?─Preguntó de
nuevo por lo bajo─¿Taylor
no te da todo lo que quieres?─Preguntó
mientras intentaba no estallar en risas.
─¿Que tonterías estás hablando?─Dije
riéndome por lo
bajo.
─Dijiste
que extrañabas mis
besos─Se quejó sonriendo.
─Eso
no quiere decir que Taylor no me de lo que quiero─Le
contesté mientras le
apretaba más en el
abrazo.
─Entonces,
¿Qué pasa?─Me preguntó ahora cogiendo seriedad en el tema.
─Siento
cosas extrañas, Pablo, no
sé explicarlo─Le conté mientras recostaba mi cabeza
en su pecho.
─Si
sabrás como explicármelos a mí─Me
dijo mirándome a la
cara.
Me sostuvo la mirada hasta que yo no pude más, fácilmente me
venció.
─Lo
intentaré─Le dije mientras rodaba
los ojos.
─Eso
espero─Dijo mientras
ignoraba mi gesto.
─¿Sabes que es lo gracioso?─Le pregunté mientras intentaba cambiar de
tema.
─¿Qué es lo gracioso?
─Cuando
hablan de sus vidas el amigo del novio se vuelve novio de la amiga de la novia
y si algún día les llego a contar mi
historia a mis hijos será
diferente, mis dos mejores amigos se volvieron novios y yo resulté con la
persona menos indicada─Le
conté.
─Eres
muy sabía─Se burló de mí.
Le pisé el pie y fui a escoger el auto que quería. En
segundos se apareció de nuevo a mi lado y se puso a observar los autos conmigo.
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