─Las personas por las que estas llorando no valen la pena─Me decía Bonnie.
─Lo sé, pero es inevitable. mamá no me escucha, y Alex dice que lo que digo son cursilerías baratas─Dije entre sollozos.
─Es un estúpido─Dijo Bonnie tratando de que me sintiera mejor.
─Lo sé─Dije limpiándome las mejillas─Será mejor que me valla. No quiero me mamá se ponga de intensa.
─Cuídate─Contesto y me dio un beso en la mejilla-Nos vemos
luego.
─Adiós─Conteste y me fui para la casa. Apenas llegue Alex
estaba tendido en mi cama viendo tv. Apague la tv.
─¿Por qué no preguntas primero antes de hacer las
cosas?─Dijo mientras tiraba el control violentamente en la cama.
─¿Quieres ver tv? No─Pregunte respondiéndome yo misma sin
mirarlo.
─Vamos a ver el partido de Nadal─Dijo mientras se sentaba.
─No. ¿Te leo mi poema?─Dije mientras me sentaba en el
sillón.
─No quiero escuchar más cursilerías. ¿Por qué no jugamos al
poema del amor?─Dijo mientras trataba de acercarme a él-Aquí en tu cama.
─Suéltame estúpido─Dije mientras me alejaba de él─¿Por qué
solo piensas en sexo? Tú tenías que ser tan macho.
─Claro que tengo que ser tan macho o ¿Qué querías que fuera?
¿Una nena llena de cursilerías como tú?─Pregunto mientras se paraba.
─No, pero que dejaras el sexo a un lado todo estaría algo
mejor─Dije.
─¿Eso es lo que te preocupa?─Pregunto el acercándome.
─Eres una maldito idiota─Le conteste acercándome más a la
puerta, él me acorralaba.
─¿Te parece?─Seguía con sus preguntas estúpidas y
acorralándome aún más.
─No me parece. Lo eres─Le dije y el me alzo su mano para
pegarme pero Bonnie abrió la puerta.
─Hola─Dije girándome un poco para que la abriera bien.
─Hola. Mira aquí tienes el libro que acabe de alquilar en la
biblioteca─Me dijo sonriendo.
─Gracias─Dije recibiéndole el libro─¿Qué es eso? Yo quiero.
─Son para ti─Dijo entregándome la caja de chocolates.
─Gracias─Respondí mientras se los recibía sonriendo.
─¿Y ahora que harán?─Pregunto Alex sarcástico mientras cogía
su chaqueta.
─Pues nos vamos a poner a leer y a comer chocolates─Le
dije─¿Te quieres ir?
─¿Eso es lo que quieres?─Pregunto sarcástico.
─¡Lárgate!─Le dije y se fue bien bravo, Bonnie y yo nos
pusimos a leer mi poema, comer chocolates y reírnos un rato.
─¿Qué fue lo que paso con Alex? ¿Por qué estaba tan
bravo?─Me pregunto curiosa.
─Es que es un verdadero estúpido─Le dije─Solo quiere sexo y
yo no quiero eso.
─Si es estúpido─Acepto Bonnie mientras se metía otro
chocolate a la boca.
─Tengo ganas de cortar con él─Le dije sincera.
─Y ¿Con quién te piensas ennoviar?─Pregunto curiosa.
─Benny─Dije indecisa.
─No amiga─Dijo ella─Ese no ¿Sabes lo que le hizo a Bárbara?
─No, Benny no─Acerté yo sonriendo─¿Calvin?
─No exageres amiga─Me dijo ella entre risas─Se pasa de
gordo.
─Me aplastaría─Dije sonriendo. La mire fijamente a los
ojos─Ojala tu fueras hombre para enamorarme de ti─Le dije y entro mi madre.
─Alma esta lista la cena─Dijo apenas abriendo la puerta─No
sabía que tenías visita─Dijo con reproche apenas vio a Bonnie─¿Nos acompañaras
a cenar?─Le dijo por cortesía.
─Si no les molesta─Contesto esta.
─Claro que no─Dije antes de que mi mamá abriera su inmunda
boca─¿Vamos?─Dije mientras la cogía de la mano. Salimos de mi habitación
directamente al comedor, cuando llegamos papá ya estaba sentado en su lugar
habitual.
─Bonnie. Qué bueno que nos acompañes hoy─Dijo papá.
─Gracias Sr. Cesar─Respondió ella mientras se sentaba.
─Habíamos quedado en que solo era Cesar─Dijo papá
sonriendo-Me haces sentir viejo.
─Lo eres─Dije yo rodando los ojos.
─Alma respeta a tu papá─Me regaño mamá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario