Capitulo 8: Despedida.

Distance - Christina Perri.

**Please don't stop so close to me I'm having trouble breathing I'm afraid of what you'll see right now I give you everthing I am All my broken heartbeats Until I know you'll understand**

Traducción:
**Por favor no te acerques tanto a mi, me cuesta demasiado respirar. Tengo miedo de lo que puede llegar a ver, ahora. Te daré todo de mi, todos los latidos rotos de mi corazón hasta que lo puedas entender**

─Entonces empezaré con...no sé ni siquiera con qué empezar porque las dos son algo demasiado malas─Estaba nerviosa.

─ Dímelo de una vez Avril, no me dejes con la duda─Aparte de los nervios hacia eso para escucharlo hablar. Me encantaba su acento puertoriqueño.

─Esta bien─Rodé los ojos─Primero, tu mejor amigo se hizo pasar por ti y me susurraba cosas como tú en el oído y me besó el cuello y yo tan convencida de que eras tu le bailé pasado de sexy─Agaché la cabeza. Me sentía culpable por ser tan confiada.

─Siempre te ha tenido ganas amor, él me lo había dicho. Pero yo no sabía que sería capaz de hacer eso y ¿Lo besaste?─Preguntó frustrado.

─¡NO!─Grité asustada.

─Es un alivio─Suspiró de verdad aliviado─¿Cuál es la siguiente?─Preguntó mientras se sentaba a mi lado.

─Que me iré a Londres─Escupí sin pensarlo. Se puso rígido en cuestión de segundos.

─¿Qué?─Preguntó sin aliento.

─Lo hice sin querer amor, de veras que lo siento. Osea, llené ese formulario e hice esa prueba pensando que jamás pasaría y para también lo hice por joder con Anabella, pero jamás pensamos que enserio llegáramos tan lejos y ahora nos quieren allá. Lo siento, lo siento, lo siento─Solté sin querer.

─¿Cuando te vas?─Preguntó apagado.

─Me voy el Lunes a las 8:30 am─Le hice puchero.

─Me dejaras solo─Casi chilló con la cabeza gacha.

─Amor, créeme que no es  mi intención hacerlo. Nos llamaremos todos los días por Video-Llamadas─Intenté contentarlo─Y cuando tu puedas iras a visitarme ¿Verdad?─De lo último que dije no estaba nada segura.

─Lo intentaré, pero no prometo nada─Alzó su cabeza.

─Con eso me basta─Me levanté y le tendí mi mano para que lo hiciera él también pero se rio.

─Si cojo tu mano te tumbo de nuevo─Dijo entre risas mientras se paraba mi me besaba la coronilla.

─No te burles de mi poca fuerza─Le saqué la lengua─Aunque creo que yo estoy bien de fuerza, lo que pasa es que tu te pasas de fuerte─Rodé los ojos.

─¡Que halago más halagador!─Exclamó casi muerto de risa.

─De nada─Le di un beso y caminamos de vuelta al carro. Todos fuimos directo a casa y Anabella no entró a su casa sino que se fue con nosotros hasta la mía y durmió con Sammy mientras yo tenía algo de acción con David.

No era mi intención hacerlo, sabiendo que Sammy y Anabella estaban en casa pero...no lo volvería a ver quien sabe por cuanto tiempo. Así que por descontado si escuchaban algo o si gemia demasiado duro era para que lo entendieran. Demás que ellos dos tenían sus vainas pero, ¿Por qué decía yo eso si él también la conoce desde que tenía como 2 años y todos tres nos hemos criado como hermanos? En fin, por no dejar que mi imaginación llegara a más y me trastornara con cosas que no habían pasado y no pasarían me puse a disfrutar de lo que hacia.

Cuando estaba a punto de soltar un gemido David me tapaba la boca o yo mordía una almohada. Hay que ser inteligentes en la vida y por lo menos si algunos no utilizan la inteligencia en el estudio, que le den uso en otras cosas.

Antes de la madrugada David se fue de la casa y lo peor por lo que haya podido pasar fue la despedida y el último beso que tuvimos ¿Qué puede ser peor que dejar a la persona que amas en un país en el cual no sabes si volverás?

Mientras lágrimas corrían por mi rostro pasé por la habitación de Sammy y eché un vistazo. Y al parecer todo estaba bien, ambos estaban dormidos en cada extremo de la cama y quitándose la cobija en uno al otro. Luego de cerrar la puerta con cuidado pasé de largo a mi cuarto y me tumbé allí a dejar que todo el dolor diera a luz hasta quedar cansada y dormida.

Me desperté como a las 3pm y me di cuenta que todavía estaba viviendo el sábado sabiendo que sentí que había dormido toda una eternidad. Me estiré en la cama y la mayoría de mis articulaciones traquearon con los movimientos que hice, estaba demasiado agarrotada.

Me paré de la cama y fui a darme un baño de agua caliente para relajar más mis músculos, aunque hacia un calor que creo que no era aguantable. Pero yo no estaba en mi cuerpo en aquel momento, estaba más que dolida por haberme despedido de David. Pero la pregunta que me debía hacer y lo que me debía de levantar los ánimos era que iba a estar mejor allá en Londres y tendría una mejor técnica de estudio.

Eso ahora no me cabía en la cabeza, no me daba ni siquiera para pensar. Y la idea de bañarme para relajarme tampoco sirvió de algo. Salí de la ducha, busqué algo cómodo y me volví a acostar en mi cama a dormir de nuevo. Me sentía cansada como puta.