jueves, 11 de octubre de 2012

Capítulo 1: Desde que pisé el otro lado.



Estaba nerviosa de dejar mi casa... Mi pasado y lo único que me quedaba de mi madre. Lo estaba dejando atrás, viajar al otro lado de la ciudad, eso. Vivir con mi padre, cuidar de mi padre, ¡Tener doble responsabilidad! Lo único que me emocionaba era ver dónde vivía mi padre, nunca lo visitaba.

Todo esto será una locura, o sea, no me cabía nada de esto en la cabeza. Papá sabe que tan difícil es adaptarme a un lugar y está obligándome a irme de mi lugar preferido, mi barrio. Estaba realmente afligida de estar en este momento camino a una vida diferente, una casa, un cuarto, mi papá, vecinos... ¡Mierda! Absolutamente todo cambiaría en mi vida.

-No le des tantas vueltas al asunto-Mi padre me sacó del ensueño no muy bienvenido para él.

-No eres tú el que se está pasando al otro lado de la ciudad-Le respondí con desdén subiendo los pies al asiento y mirando por la ventanilla, veía cómo dejaba mi pasado para empezar de un nuevo.

-Bájale a tu tonito-Me habló fuerte, ¿Cómo se atrevía?-Que no se te olvide que soy tu papá.

-Bah, si lo fueras no me estarías haciendo esto-Algún día aprendería a cerrar mi maldito pico.

-¿Te estoy castigando? ¿Qué estoy haciendo mal si te estoy brindando un hogar?-Vamos a la pequeña discusión de nuevo.

-Es como si lo hicieras por lástima, ¡Por Dios! Soy tu hija, ¿Algún día podrás tratarme como tal?-

-Tú no dejas que te trate como tal, ___(tn) Woods-Apretó el volante.

-Cuando dejes de ser tan exagerado dejaré que lo hagas. Por ahora sólo llévame a casa-Le pedí.

-Depronto se te ensucian las zapatillas, ¿No?-Dijo mientras me pegaba una palmada obligándome a bajar los pies del asiento.

-No sé qué pueda pasar-Le dije mientras me acariciaba con disimulo y seguía viendo por la ventanilla.

El resto de viaje fue totalmente en silencio y él se sentía incómodo, pero, ¿Qué esperaba? ¿Que le hiciera un monumento y lo alabara? Si era eso lo que esperaba, entonces estaba bien equivocado. Estacionó en una casa mediana, con un exterior más hermoso que el de mi casa, ¿Cómo era eso posible? Y le debía dar algo de créditos, la casa estaba bien cuidada.

-Si quieres te bajas del auto-¡Tonto!

Me bajé y le quité mis maletas de las manos, yo podía hacer eso. Caminé a regañadientes por el camino que dirigía al umbral. Saqué las llaves que papá me había entregado antes de que hiciera el berrinche por subir al auto. Escuché una voz que me hizo delirar.

-¿Es su hija, Sr Jason?-Dijo aquella voz monumental.

-Sí, es mi niña-¿Su niña? ¡Demonios! ¿Cuantas veces habíamos dicho que no soy una niña? Tengo 17 años y él dice que soy su niña, además de que me obliga a mudarme y cambiar de colegio.

Seguí con mi camino sin girarme a saludar y como me pasó afuera, todo estaba bien cuidado. Sin admirar mucho subí los escalones y busqué mi cuarto. Lo encontré fácil, todo rosa, ¿Cree que soy una niña? Me gusta el azul rey. Entré resoplando y guardé mis cosas, esperaba que papá me interrumpiera pero no llegó. Pude darme un baño y cambiarme de ropa, también me dio tiempo de relajarme y calmarme.

Bajé los escalones y estaba lista para ir a hacer las compras, el refrigerador estaba vacío. Papá estaba sentado en el sofá viento tv con una lata de cerveza en la mano. Al verme se levantó y me entregó la tarjeta de crédito.

-¿Ya se te bajaron los humos?-Preguntó mientras volvía al sofá y daba un sorbo de cerveza.

-Sí-Le regalé una sonrisa.

-¿Cómo te parece el cuarto?-

-No me gusta el rosa, no soy una niña. Me gusta el azul rey... Pero ese está bien-Se encoge de hombros al saber tan poco de mi.

-Te acompañaría pero...-"No me perderé el partido de Basketh" No dejé que terminara su frase.

-No te preocupes, si tengo problemas con las bolsas te llamo al móvil-Le señalé mi móvil. Le guiñé un ojo antes de cerrar la puerta.

-Tráele una caja de cerveza a tu papi-Escuché que gritó.

Esto sería difícil, no sé donde queda el supermercado y no conozco a nadie aquí. Si Alisson estuviera aquí, seguro le gustaría perderse conmigo. Debería llamarla. Cuando estaba sacando el móvil del bolsillo mi mundo iba a dar duro contra el cemento frío. Escuché una voz femenina, una voz que me confirmaba que iba al suelo.

-Edward…¡Harold Edward no lo hagas!-Gritaba esa voz femenina. Estaba preparándome para que mi mejilla se lastimara con el frío pavimento, pero todo eso lo evitaron dos brazos que me atajaron antes de que pudiera cerrar los ojos.

-Lo siento-Dijo este chico con sus hermosos rulos y esos bellos ojos Kriptonita.

-¿Ves, Harry? Como no me escuchas-Volvió a repetir la voz femenina pero no era capaz de girarme, no era capaz de dejar tanta belleza.

-Soy Harry Styles-Estaba cómoda en sus brazos. No quería que me soltara.


-¿Harry?-Le pregunté confundida-Te dijeron Edward antes de que cayera al suelo.

-No caíste al suelo-Se alteró-Siento haberte estrujado, no te había notado-<Ahora soy invisible> Sarcástica subconsciente-Harold Edward Styles-Me dijo su nombre completo.

-Oh, lo siento-Me ruboricé-Soy ___(tn) Woods-Le regalé una sonrisa.

-¿A dónde vas? Jason me dijo que no conoces nada-Arrugó su frente como si estuviera equivocado.

-Esto es como nueva tierra para mi-Me encogí de hombros apenada-Voy a hacer las compras, ya sabes, papá sólo sobrevive con pizza y cerveza-Lo que dije hizo que se riera, creo que conoce a mi padre.

-¿Te gustaría que te acompañara?-Me preguntó muy caballeroso. ¡Este chico! ¡Esa voz! Era él el que hablaba con mi padre cuando yo entraba dando tumbos a la casa.

-Me caería bien que me mostraras el lugar-Le guiñé un ojo para luego sonrojarme.

-¿Cuantos años tienes?-Preguntó mientras metia sus manos a los bolsillos delanteros de sus jeans y me hacía ademán para que pasara mi brazo por su brazo en forma de jarra.

-17, tu debes tener unos 19-Aventuré mientras empezamos a caminar.

-En realidad, 18-Dijo dándose aires de grandeza-Pensé que eras una niña, Jason siempre habla de su niña-¡Papá!

Mientras caminábamos me enseñó lo que debía saber y como buen hombre me persiguió por todo el supermercado con el carrito. Estábamos llegando a la caja, pero no estaba segura si llevaba todo.

-¿Crees que falta algo?-Le pregunté y luego intenté callarme. <Él sólo es un chico caballeroso que habla con tu padre, ___(tn)> Algún día haría que mi subconsciente me ayudara un poco.

-No me mires a mí-Se encogió de hombros y me hizo reír, esa frase es muy de mi padre....

-¡Las cervezas de Jason!-Se sobresaltó al ver el salto que pegué para devolverme a la zona de licor. Cuando estuve devuelta a su lado con la caja de cerveza, fuimos a la caja vacía. La chica de la caja tenía el cabello rizado de un rubio llameante y sin saber por qué me miraba como un tigre enjaulado. Sin calcular mal, tiene la misma edad que yo.

Jugaba con los rulos de Harry mientras él miraba mis ojos, mis mejillas y mis labios. Olvidé la estúpida mirada de rizos rubios.

-Me gusta el color de tus mejillas-Me susurró Edward en el oído. Su aliento pegando en mi cara.... Sentí una corriente en mi ingle. Le regalé rosa pálido a mis mejillas, no me esperaba eso.

-¿Piensa pagar?-Preguntó rizos rubios pesadamente con su mirada envenenada.

-Aquí tiene-Le entregué la tarjeta de crédito y cuando la tuve devuelta me apresuré a recoger las bolsas.

-¡No!-Exclamó Harry mientras me quitaba las bolsas de las manos-Si una dama va con un caballero, nunca debe llevar algo pesado-Más caballero y lo encierro en mi cuarto.

-Déjame ayudarte con estas-Le pedí haciendo un puchero y cuando por fin cedió salimos del establecimiento con las manos ocupadas. Rizos rubios tuvo sus azules ojos en mi espalda hasta que por fin estuvimos afuera.

Caminamos en silencio mientras yo miraba mis pies, nerviosa. Jamás volvería al supermercado caminando, estaba demasiado lejos para mi gusto.

-¿La conoces?-Pregunté de repente.

-¿Qué cosa?-Preguntó sorprendido. <Hablábamos del camino, idiota> Me regañaba mi subconsciente.

-La chica de la caja, ¿La conoces?-Volví a preguntarle mientras el rosa pálido de mis mejillas volvía.

-Ah, si, una vez vine con mi madre y ella apuntó su número en mi mano...-Eso explica la mirada de 'No te quedarás con él, perra'-Pero nunca la llamé-Se apresuró a decirme como si necesitase hacérmelo saber.

-Eso explica su mirada asesina-Resoplé, ¡Una rubia le tiene envidia a una morena!

-Se le llama envidia-Empezamos a reírnos, mientras caminábamos otro rato en silencio. Tenía una pelea con mi subconsciente porque no estaba segura de preguntarle por qué no la llamó <¿Cuando estás segura?> Preguntó mi sarcástica subconsciente.

-¿Por qué no la llamaste?-Decidí preguntarle sacándole la lengua a mi subconsciente.

-No es mi tipo-Se encogió de hombros.

-¿No te gustan las rubias?-Pregunté sorprendida.

-No, no es eso-Me regaló una de sus sonrisas que me dejaban sin respirar-No me gustan las menores...-¡¿No le gustan las menores?! <No le gustas tú> Mi subconsciente nunca estaba de mi lado.

-Entiendo...-Intenté no fruncir el ceño. La decepción es bienvenida en este momento. La poca esperanza que tenía de este chico perfecto se había esfumado hace unos segundos.

El resto de camino la pasé en silencio, no tenía algo para preguntarle. Él sólo hablaba de los vecinos y me contó que se la llevaba bien con mi padre por lo que iban juntos a ver los partidos de Baloncesto y practicaban algo de tiro al blanco con silenciadoras. Subíamos los escalones del umbral cuando estuve a punto de caerme y él con las bolsas en las manos me sostuvo del brazo.

-Soy torpe-Me sonrojé mientras le acariciaba la mano para que me soltara. En respuesta me guiñó un ojo y yo sentía que desmayaría.

-¿Puedo ayudarte a llevarlas?-Preguntó mientras yo abría la puerta.

-Si no te molesta-Le abrí paso mientras me sonrojaba.

-Mi reina, ¿Todo estuvo bien?-Preguntó papá cuando sintió la puerta.

-Oh, papi, no tuve problemas. Edward fue una buena ayuda-Le respondí mientras veía como Harry rodaba los ojos.

-¿Qué Edward?-Preguntó papá desconcertado.

-Yo-Dijo Edward mientras entrábamos a la sala de estar con las bolsas en manos.

-Ah, Harry-Dijo papá mientras sonreía, justamente se llama Harold Edward, ¿Por qué no pueden llamarle algunas veces por su segundo nombre?-Ya conoces a mi niña-Le dijo mientras me recibía las bolsas y las llevaba a la cocina.

-Vamos con lo de niña-Susurré para que nadie escuchara.

-Tiene una niña muy hermosa, Sr Jason-Le dijo Harry mientras me miraba mordiendo su labio inferior.

-Tienes razón, Harry. Se debe cuidar como un tesoro-Y llega mi rubor natural. ¿No pueden hablar de otra cosa que no sea yo? Estaría bien que hablaran del próximo partido o de cuando volverán a sus cosas de tiro al blanco. Harry caminó hasta la cocina a dejar las bolsas y cuando salían de la cocina se reían hablando de algo que no entendía.

Los dejé en la sala de estar hablando de sus enredos y me dirigí a la cocina para hacerles algo de cenar. Ya era una visita y no dejaría que mi padre le diera sólo una cerveza y luego descongelara unas rebanadas de pizza para comer. Mientras hacía un estofado empecé a escuchar música en mi ipod, no quería interrumpir al dios griego que reía con mi padre.

-¿Les gustaría cenar?-Les pregunté desde el marco que separaba la cocina de la sala.

-Ese olor tan delicioso hizo que se me despertara el hambre-Dijo papá con una mega sonrisa mientras se levantaban del sofá y se dirigían a la mesa. Les llevé la cena y comimos mientras ellos hablaban de cosas que para mí no tenían sentido. Sólo me preocupé por meter la comida en mi boca y masticar.

-Sería injusto dejarte lavar los platos después de habernos hecho una cena tan deliciosa-Me interrumpió papá de mi pequeño ensueño mientras se paraba de la mesa y recogía los platos. Antes de irse a la cocina me dio un beso en la frente.

-Que bueno que te haya gustado, papi-Le respondí con una sonrisa.

-Siempre he buscado a alguien que cocine igual de rico que mi madre-Me susurró Harry de nuevo en mi oído haciendo que su aliento pegue en mi cara y que sienta esa pequeña pero extremadamente vergonzosa corriente en mi ingle-Tú cocinas como quiero-Ya no era un rosa pálido lo que llegaba a mis mejillas. Ahora estaban en rojo intenso, moría de los nervios.

-Es sólo un estofado-Me concentré en mi respiración.
-No quiero imaginarme que otras cosas haces tan maravillosas como estas-Respondió encogiéndose de hombros y regalándome esa sonrisa suya que se me olvida respirar. <Meterte a mi cama también lo hago de maravilla> Dijo mi inconsciente mientras se subía el vestido lentamente. Estaba loca.

-Luego veré que puedo hacerte-Murmuré después de un momento mientras me levantaba de la silla y lo miraba un poco más cerca mientras volvía a sonrojarme. Por un pequeño instante los ojos verdes se conectaron con mis grandes ojos marrones y me sentí en el cielo. Pero este sentimiento no duró por mucho.

-Mañana vamos a jugar tiro a blanco Harry-Gritó papá desde la cocina-¿Si puedes?

-Sí señor-Contestó Harry después de un largo momento y viéndose obligado a apartar la vista de mi para poder ir a la cocina con papá-Salimos de aquí... -No pude escuchar más, ya estaba dentro de la cocina y estaba demasiado anonadada para prestar atención a su conversación.

Me quedé sentada en el sofá observando los pocos libros que tenía en la repisa que servía como mini-biblioteca. Debía comprar más libros, no sabía que papá ya los había acomodado. Creo que fue la caja que se quedó dentro del auto. Quería leerme los dos libros de Nicole Jordan, he leído en algún lugar que la trama es buena. Los buscaré primero en el ordenador para luego comprarlos, debo confirmar nombres..... De nuevo esa figura tan deseable sale de mi cocina junto al disparate de mi padre.

-Así quedamos, Jason-Dijo Harry mientras se daba un estrechón de manos con mi padre acompañado por un abrazo de amigos. Me levanté para acompañar a Harry hasta la puerta principal, papá se quedó viendo tv con otra lata de cerveza en su mano.

-Buenas noches, Edward-Murmuré mientras abría la puerta-Fue bueno conocerte-Le sonreí mientras volvía a ver sus ojos Kriptonita.

-¿Por qué me dices Edward?-Preguntó mientras ponía los ojos en blanco.

-Es tu nombre, ¿No?-Le dije mientras me recostaba en la puerta y él se paraba en frente de mí.

-Sí, pero sólo lo utiliza mi mamá cuando estoy malhumorado o quiero algo en lo que ella pide que espere-Me contó mientras metía sus manos en los bolsillos delanteros.

-¿A dónde ibas cuando casi me tumbas?-Le pregunté curiosa, dejó sus planes por llevarme al supermercado.

-A verte-Contestó con su sonrisa coqueta que me hizo respirar hondo.

-¿A verme?-Pregunté desconcertada-Pero, ni siquiera me conocías-Rodé los ojos.

-Pues quería ver la famosa niña de Jason y mamá dijo que debía esperar a que él te presentara-Oh, ¡Estaba ansioso por conocerme!

-Oh-Pude contestar.

-Mi niña-Suspiró. ¿Mi niña? <Sí, te dijo "niña">-Espero verte mañana...-

-¿Mi niña?-No lo dejé terminar-¿Me dijiste niña?-Volví a preguntarle sin creerlo.

-Sí, dije eso. Mi niña-Respondió así bien tranquilo.

-¿Te parezco una niña?-Le pregunté ofendida.

-Para mí lo eres-Se encogió de hombros.

-Te lo dejo pasar porque dijiste "mi" no me ofendió tanto, pero, ¿Por qué lo soy?-Volví a preguntarle-¿Cómo puedo demostrarte que no lo soy?-Le pregunté picarona con las mejillas encendidas. -Pues....

1 comentario:

  1. ¿Puedes seguirla? La amo y hace mucho no la sigues, quiero saber que pasa:/

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