domingo, 15 de abril de 2012

Capitulo 9: Un día normal.

Un día normal - Juanes.

**Hoy es un día normal, pero yo voy a hacerlo intenso. Hoy puede apagarse el sol, pero no la luz de mi alma. En un día como hoy, caminaré más despacio. En un día como hoy, defenderé mi verdad. En un día como hoy, te amarraré con mis brazos.**

¿Qué si las putas se cansan?, bueno, es un decir. Siempre que me expreso cuando hice algo agotador o muy rápido digo que lo hice como puta, ¿Por qué? Porque las putas lo hacen todo a la carrera ¿No?

Ya al día siguiente....¡¿ DORMÍ TODO UN DÍA?!...En fin, ya era domingo, y mañana será todo un día de sentimientos diferentes. Ya me sentía bien, ni me acordaba que ya no volvería a ver a David. Cuando eso se me pasó por la cabeza ya no me dolía, sabía por qué me iba a ir y que en todos los aspectos me iría mejor. Al fin y al cabo podíamos hablarnos por Video-llamada y en Londres estaría con las dos personas que más amaba, mi hermano y mi mejor amiga.

─¡¡AVRIL!!─Me gritó Anabella.

─¡¿QUE?!─Le grité de vuelta mientras salía del cuarto y caminaba a la cocina.

─Dormiste un día y medio─Se quejó mientras se sentaba en una de las sillas giratorias de la cocina, Sammy estaba cocinando.

─¿Importa eso?─Pregunté sin mirarla y caminando en dirección a Sammy para ver que cocinaba.

─¿Recuerdas que tienen que ir a firmar los papeles de la casa?─Me preguntó Ana mirándome expectante.

─¡Mierda!─Me quejé─¿Por qué no puedes ir tu solo?─Le chillé a Sammy.

─Porque los dos somos hijos de mi mamá─Respondió en el mismo tono.

─Pero tu eres el mayor─Volví a chillar.

─Pero los dos somos los herederos─Me contraatacó en mi tono chillón.

─Come mierda─Me cansé de la discusión y le robé un pedazo de jamón que iba meter al sartén.

─Oyeee─Se quejó.

─Tengo hambre─Me encogí de hombros.

─Espera unos minutos más que estoy a punto de terminar mi invento de hoy─Me sonrió mientras le echaba más vainas al sartén.

─Si me baño, ¿Cuando vuelva ya estará listo el almuerzo?─Aventuré.

─Y servido─Me afirmó Sammy.

─¿Bella almorzará con nosotros?─Pregunté mientras la volvía a mirar. Esta estaba sentada, en la misma silla, rodando mientras chateaba en su celular.

─Sí─Respondió Sammy sin mirarme.

─Desde esta mañana estoy en responsabilidad de ustedes, mis maletas están en la puerta principal─Me contestó esta sin quitarle la mirada a su celular.

Caminé hasta la sala para mirar la puerta principal y vi 4 maletas, 2 grandes y las otras dos medianas.

─¡MILAGRO QUE NO TE HAYAS TRAIDO TODA TU CASA!─Le grité mientras subía las escaleras para ir a mi habitación.

─NO ME JODAS─Me gritó de vuelta y yo empecé a reír.

Miré que colocarme hoy mientras sacaba todo lo que había en mi closet para luego de hacer la vuelta esa de la casa empacar mis maletas. Decidí que colocarme, y entré al baño. Me di un buen baño y cuando salí escuché el grito de Anabella. Lamentablemente hoy sería mi último día aquí, en Venezuela. Tenía que llegar hasta este día para darme cuenta que en realidad si amo el lugar donde vivo. Quería pasar hoy un buen día junto a Anabella y Sammy, quería caminar despacio por el parque del barrio, ver el atardecer al lado de las personas que adoro. Quería pasar bien mi último día de calor insoportable.

─¡LISTO EL ALMUERZO AVRIL!─Me asustó uno de los gritos de Ana.

─YA VOY─Le grité de vuelta y me vestí.

Mi pelo chorreaba agua, pero así me quedé y salí de cuarto. Marqué todo el camino con gotas de agua y luego mi camisa por detrás estaba más que mojada. Llegué a la cocina y me comí esa cosa deliciosa que hizo Sammy. Era arroz con ¿Pollo y verduras picadas? y también tenía una clase de ensalada con lechuga, jamón, queso mozzarella y huevo cocido. ¡Se veía tan delicioso!

Me lo tragué de un bocado, tenía hambre. Y para más, también me comí el recipiente entero donde estaba la ensalada.

─¿Cuando dejaras el vicio de comer tanto?─Preguntó Sammy mientras rodaba los ojos.

─Cuando tu dejes de cocinar tan rico─Respondí picándole un ojo.

─Te engordarás─Me acusó Anabella.

─No sufro de eso─Rodé los ojos─Soy de constitución delgada─Le expliqué.

─Bah─Colocó los ojos en blanco ella.

─¿Vamos ya?─Preguntó Sammy mientras recogía los platos y me quitaba el recipiente de las manos─Ya son las 3:30pm, se hace tarde para hacer ese rollo.

─¿Ana nos acompañará?─Pregunté mientras me paraba de la silla y caminaba en dirección a la sala.

─Si, se puede decir que ustedes tienen mi custodia pendeja, ¿Cómo me vas a dejar sola en esta casa?─Dijo dramática.

─¡Que no la conocieras!─Chillé yo─Es bueno que nos acompañes─Declaré mientras entraba al baño de la sala y cepillaba mis dientes.

─Vamos─Dijo Sammy mientras abría la puerta y salía por el auto. Bella y yo salimos detrás de él.

─¿Tu mamá lloró?─Pregunté mientras esperábamos que Sammy sacara el carro del garaje.

─Si, y mucho. Dijo que sería mejor que me viniera desde hoy para acá porque si ella nos acompañaba hasta el aeropuerto no nos dejaría ir─Me contestó mientras se le dibujaba una sonrisa en el rostro.

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