Yo soy
Anamary Rodríguez, me dicen Any y me gusta que me digan así. Me conocen como
una chica que no se deja manejar, ¿Por qué debo hacerlo? Ya me dejo orientar
por mamá hay un tres cuartos, ni me gusta que ella me diga que hacer. Pero si
vamos al caso es mi mamá, debo dejar que lo haga, ella sabrá que está bien y
qué está mal, pero yo quiero vivir toda esa mierda que ella no quiere que viva,
y si tengo que hacerlo a escondidas, pues entonces lo haré.
Ya sé que es
lo que diré siempre que quiera salir a los antros. Me fui para la casa de
Diane, y eso que Diane es una de las chicas que sale conmigo. Lo que me molesta
es que Alee otra de nosotras, nunca salga con nosotras en la noche por estar
con su puto novio Jacob, ¿Qué tiene Jacob que no tengamos nosotras? ¡Ah sí! Su
buen juguete que tanto le gusta a ella, ¿Por qué es tan calentona?
Ok, si
alguien me escucha me bombardean en contradicciones. Pero, bueno, ella me gana.
También está
Amy, sí, se parece mucho a mi apodo, pero una loca maniática. Si hablas con
algunos de los que nos conocen dicen que parecemos gemelas, pero sólo en lo que
hacemos y decimos, porque físicamente no hay ni un solo rasgo igual. También en
el baile, parecemos coordinadas y sincronizadas cuando bailamos juntas o
separadas.
Y ese es mi
grupo de amigas. Somos Diane, Alee, Amy y yo. Locas como nunca.
Empezó a
sonar el timbre.
-¡YA
VOY!-Grité mientras me paraba del peinador y bajaba las escaleras para abrir la
puerta.
Volvieron a
tocar.
-¿Qué no
puede esperar unos segundo?-Dije sin saber quién era. Abrí la puerta mientras
rodaba los ojos y vi algo jodidamente hermoso.
-Hhola-Tartamudeó
aquél chico que casi me hace soltar la baba, pero se valía disimular y eso fue
lo que hice.
-¿Qué
quieres?-Pregunté mientras lo miraba de arriba abajo.
-Vine por el
letrero-Dijo mientras señalaba un poste.
-¿Qué
letrero?-Le pregunté mientras alzaba una ceja.
-El que dice
que necesitan un profesor de Español, aquí ves uno-Dijo mientras se señalaba a
él mismo y luego me miraba mientras se mordía el labio inferior. Buena forma de
mostrar la atracción que le causé, dije para mis adentro mientras sonreía.
-Lo siento,
no necesito ningún profesor de Español-Le insinué mientras colocaba los ojos en
blanco ¡Mataría a mi mamá!
-Es una
tragedia-Dijo este mientras jugaba con una lapicero que había sacado de su
bolsillo.
-Ni tanta-Le
respondí de inmediato.
-Entonces me
voy ya-Dijo mientras caminaba de espaldas y luego se giró del todo al ver que
yo no hacía nada.
-Espera-Dije
mientras salía corriendo y dando saltitos de lo frío que estaba el piso
afuera-Este es mi número-Dije mientras se lo apuntaba con su lapicero en la
mano-Llámame-Le dije mientras le picaba el ojo y volvía dentro de casa.
Miré que
había para desayunar, e intenté hacer panqueques, mientras los colocaba en el
sartén llegó mamá con unas bolsas.
-¡Mamá! ¿Por
qué colocaste el letrero de que necesito un profesor de español?-Me quejé
mientras la ayudaba con una de las bolsas.
-Si lo
necesitas hija, ya luego te diré para qué-Dijo mientras entraba a la cocina y
seguía con los panqueques-Tengo que ir a…-No terminó su frase porque volvieron
a tocar el timbre.
-Yo voy-Dije
rodando los ojos.
Abrí la
puerta y era Amy.
-¡No te has
bañado!-Chilló-Eres inbañable, ¡Sólo mírate! Con esos shorts de mezclilla y ese
mini top-Se qujó mientras entraba. ¿Así salí a abrirle la puerta a aquél chico?
Bueno, creo que sí.
-No soy
inbañable, ¿Ves la hora que es? Primero quiero comer-Me quejé mientras cerraba
la puerta y la seguía a la cocina.
-Hola
Yeni-Dijo mientras se sentaba en las sillas de la barra.
-Buenos días
Amy-Le dijo mamá entusiasmada mientras le daba un beso en la frente-¿Ya desayunaste?-Le
preguntó mientras servía los panqueques.
-No, pero
eso se ve delicioso-Contestó esta sonriéndole.
-Any ven y
come con Amy mientras te cuento lo que harás esta semana-Dijo mientras yo me
sentaba al lado de Amy.
-¿Cómo que
lo que haré esta semana? ¿Tú no estarás conmigo?-Le pregunté mientras me metía
el primer bocado de panqueque a la boca.
-De eso era
de lo que quería hablar-Dijo con objetividad-Lo que pasa es que, tengo una
conferencia en Brazil por una semana, y creo que…sólo me iré por una semana y
espero que Amy se pueda quedar aquí contigo. Ya merqué para toda la semana, te
dejaré el dinero para que le pagues al que vendrá a darte clases de español y
para que te vayas bandeando mientras no estoy ¿Vale?-Me dijo mamá.
-Claro mami,
que te vaya bien en la conferencia, ¿Cuándo te vas?-Pregunté haciéndole un
puchero.
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