-Yo no le estoy faltando el respeto, le estoy diciendo la verdad-Dije
mientras me sentaba-Para mí un señor mayor de 30 años ya es viejo.
-Eres una altanera e irrespetuosa-Dijo papá.
-¿Cómo está tu mamá?-Pregunto mamá a Bonnie.
-Bien-Contesto Bonnie secamente. Mi mamá estaba esperando a
que prosiguiera, se pasa de chismosa.
-Sigue con el chico de 24 años, vive con él y no tiene más
hijos. Ya sabes todo lo que querías saber-Le dije con una mirada envenenada.
-Siempre he dicho que esa señora es un mal ejemplo para ti.
No darle vergüenza salir con un niño de 24 años y ella teniendo sus 30 y
punta-Dijo mamá bien criticona.
-¿A eso la invitaste a cenar? ¿Para criticar a su
madre?-Dije con reproche y sin quitarle la mirada de encima.
-Eres una irrespetuosa-Volvió a decir papá.
-Te falto decir que soy altanera, grosera, mal educada-Le
dije a papá mirándolo bien feo.
-Si vez amor-Le dijo mamá-Es una grosera y contestona.
-Ah, también me había faltado esa contestona-Dije y me paré
para irme.
-¡ALMA SOFIA TE SIENTA YA QUE CENARAS!-Me grito papá, me
senté de nuevo haciendo mala cara. Comí sin ganas y poco, me despedí de Bonnie
y me encerré de nuevo en mi cuarto. Al día siguiente todo fue normal, estábamos
las chicas sentadas en las escaleras y llego el que no queríamos ver.
-¿Qué haces aquí?-Le dije indiferente y sin mirarlo.
-Pues estudio aquí-Contesto el muy cínico este.
-¿Desde cuándo estudias aquí? Jamás te hemos visto y esta
zona es solo de chicas, aquí no necesitamos a cualquier baboso-Dijo Daniela.
Todas reímos.
-No pues. Tan graciosa la niña esta-Dijo Alex algo
ofendido-Alma tenemos que hablar-Dijo ahora mirándome a mí.
-Yo no tengo nada que hablar contigo-Le dije mirándolo con
desprecio-Nuestra “Relación”-Dije haciendo las comillas con las manos-Termino y
murió ayer ¿Sabias?
-No lo sabía pero eso es lo que quieres…-Empezó a decir.
-Que te importara-Dije mientras me paraba y entraba a la
facultad seguida de Bonnie, entramos al baño, me desahogue y cuando estaba
saliendo del baño tenía a mi madre en frente de nosotras con una mochila en la
mano.
-¿Tu qué haces aquí?-Dije mirando a todos lados.
-Pues vine a traerte tu lonchera-Dijo y yo me hice una
furia.
-¿Mi lonchera? ¡Mamá por favor! Ya no estoy en el colegio. ¿Quieres
irte? Me avergüenzas-Le dije mirando a los lados.
-¿TE AVERGÜENZAS DE TU MADRE?-Me grito y ahora si todos
voltearon a ver. ¡Gracias mamá! Pensé sarcásticamente-¡COGE YA TU LONCHERA!-Me
siguió gritando.
-No quiero-Dije agachando la mirada, ya tenía más que pena.
-¡LA COGES YA ALMA SOFIA!-Me grito de nuevo-¡TEN!-Dijo
mientras me la ponía en la mano-¡ESTA NOCHE TENDREMOS UNA BUENA
CHARLA!-Seguía ella con sus gritos y se
fue, todos comenzaron a reírse. Lágrimas brotaron de mis ojos, boté la lonchera
y salí de la facultad. Todas las clases me las pasé llorando, ¿Por qué hacia mi
vida imposible? ¿Qué no me quiere? Soy su hija, no una aparecida ¿Por qué me
hace esto? Cuando llegue a casa, no había nadie, solo la sirvienta, me encerré
en mi cuarto y apenas llegaron me obligaron a entrar al cuarto de ellos.
-Habla ya Pamela-Dijo papá mientras se sentaba en su cama,
yo estaba acostada en el sillón.
-Es una grosera, engreída…-No deje que continuara.
-Esa también me falto ayer ¡Soy engreída!-Dije
sarcásticamente.
-Alma deja hablar a tu mamá-Me dijo papá.
-Me dijo que se avergonzaba de mi-Mamá coloco la queja.
-Yo también lo diría-Le dijo papá. A pesar de todo es el
único que me entiende. Solo un poco.
-Tu papá y yo quedamos en que te llevaríamos la
lonchera-Dijo mamá.
-Lo siento Pamela, pero en eso no estoy de acuerdo y no me
metas ahí ¿A qué mamá se le ocurre llevarle a su hija que está en la
universidad la lonchera?-Le dijo papá-Por favor Pamela, no seas tan
desactualizada.
-Si vez papá. Es que ella también se pasa-Le empecé a decir
pero entro la sirvienta.
-Acaba de llegar el chico
Alex-Dijo doña Teresa.
-Tere dígale que no estoy-Dije colocando los ojos en blanco
¿No le había quedado claro que terminamos?
-Deja de ser mal educada que yo lo invite-Dijo mamá-Dígale
que ya bajamos Teresa-Le dijo mamá. Sigo insistiendo en que le encanta hacerme la
vida imposible. Bajamos y cuando estaba a punto de meterme el primer bocado
sonó el timbre. Hice ademan de pararme pero mamá me freno.
-Come tranquila que Teresa abre-Le dirigí una mirada envenenada y me levante, abrí la
puerta y ¡Oh sorpresa! Era Bonnie, le sonreí y abrí un poco más la puerta.
-¡Sorpresa!-Dijo con voz de beba y me mostro un hermoso oso
de peluche.
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