─Nos vemos después de la presentación, ¿Ok?─Dijo mientras le daba un
beso a Kiara y luego a mí.
─Ok─Le respondí mientras lo volvía a besar.
No le dije nada más y salí de su casa a la mía. Me demoré exactamente
los 30 minutos que faltaban para llegar a casa.
Cuando llegué me encontré con la sorpresa de que mi papá estaba en casa
y para más andaba peleando con mamá.
Entré directamente a mi cuarto sin saludar a nadie, bueno, sólo estaban
mi papá y mi mamá en casa. Dejé a Kiara en la cama y las bolsas igual, no
quería salir de allí hasta que escuché algo que hubiera deseado no escuchar.
─¡Yeny! ¡Eso es lo que usted no entiende! Si aquí la siguen tratando
como la tratan, entonces ella se vuelve más grosera de lo que es y se va de la
casa─¡¿Qué mierda?!
Salí de mi cuarto como alma que lleva el demonio pero con lágrimas en
los ojos.
─¡¿QUÉ YO QUÉ?!—Le grité exaltada mientras llegaba a la sala de estar.
—¡¿QUÉ?!—Gritó mamá—¡¿CREES A TU HIJA TAN TONTA PARA IRSE DE LA
CASA?!—Le siguió gritando—¡ME HACES EL FAVOR Y RESPETAS! DATE CUENTA QUE LE
ESTAS FALTANDO EL RESPETO A LA NIÑA DICIENDO ESO—Le gritaba como nunca. Mamá
estaba que explotaba de la ira.
—¿Saben?—Dije en susurros y ellos me miraron—Se pueden ir todos muy a la
mierda y me dejan a mí en PAZ, ¿Saben el significado de ‘PAZ’? porque si no lo
saben es muy fácil buscarlo en un diccionario, ¿No creen?—Les escupí todo en la
cara, a ambos—A veces me dan asco—Los miré con desprecio—Ahora veo que la
familia no se pierde, son iguales o más pasados que mis abuelos—Volví a mi
cuarto, cogí el bolso donde eché las cosas básicas y volví a salir para ir al
bar.
—Muy bien hecho—Le dijo mamá sarcástica a papá.
—¿Qué hice ahora?—Fue lo último que escuché por parte de papá.
Cuando ya iba camino al bar recordé que ahora tenía a Kiara. Por lo
menos la dejé en la cama, esperaba con muchas ansias que se quedar allí dormida
y que nadie se diera cuenta de que ella existe hasta mañana que pueda tener
todo mi día en casa, o con ella.
—Mire Sr.—Le pagué al taxista y salí camino a la parte trasera del
bar. Cuando llegué adentro, donde me
esperaba el resto de chicos y los de maquillaje me miraron como si fuera un
zombie.
—¡¡¡KAREN!!!—Exclamó Sandra, la
que me peinaba y maquillaba más asustada que la misma puta que vio al diablo.
—¿Qué pasa?—Dije con la voz ronca.
—Pareces muerta nena, ¿Qué te pasó?—Me preguntó mientras me abrazaba.
—Nada importante—Respondí encogiéndome de hombros.
—No importa, te vez muy delicada—Dijo mientras examinaba bien mi
rostro—Si quitamos el rímel regado y tus ojos tan irritados de tanto llorar,
pareces una niña rica—Se burló.
—No seas tan piroba, por favor—Me reí—Estaba en la presentación de
salsa—Le conté mientras rodaba los ojos.
—Ya aparecieron las llaves—Se rió conmigo.
—Ven te organizo que dentro de 30 minutos empieza la presentación—Me
cogió la mano mala y me jaló. Cuando se dio cuenta de lo que pasaba se alarmó.
—¡NO, NO, NO!—Por poco y acaba con mis tímpanos—¿Qué mierda te pasó,
Karen?—Preguntó después del grito.
—Que casi me dejas sin oídos, guevon—Me quejé—Nada del otro mundo,
marica, sólo maquíllame…Ahh, también me peinas que yo seré capaz de bailar con
eso—Ahora fui yo quien la halé para que fueramos a mi camerino.
Me vestí y me maquilló mientras platicaba de su día y también de su
novio, luego me confesó que estaba embarazada. Por poco y caigo al suelo de
sopetón.
—¡¿QUÉ ESTÁS QUÉ?!—Le grité mientras intentaba recordar quién era su
novio.
—¡Sí!—Me devolvió el grito emocionada—¡Serás tía!—Me exclamó y juro que
algo en sus ojos indicaba que estaba pasada de feliz.
—Tú también lo serás, o lo eres—Dije bromeando.
—¡NO JOOOODA!—Me asustó—¿TAMBIÉN ESTÁS EMBARAZADA?—Me gritó y todos
miraron por la puerta como si yo fuera un bicho raro, ¿A ella por qué no la
miraban así?
—No—Hablé en un tono en el que todos escucharan—Mil veces no—Le dije.
—¿Entonces?—Me preguntó mientras me ponía la sudadera blanca. Estaba a
punto de subirle el cierre cuando ella me pegó en el brazo; se me olvidaba que
se debía caer mientras bailaba.
Nos llamaron para avisarnos que faltaban 5 minutos para nuestro show.
Hicimos la presentación, en el público me encontré con un Andrés emocionado y
unos amigos locos, pero de drogarse.
No es que los apoye en ese sentido, pero se los toleraba; por mucha
droga que consumieran seguían siendo muy graciosos y sencillos.
Después de nuestra presentación todos los chicos y yo salimos a
disfrutar el resto de shows con nuestros amigos, siempre estuve al lado de
Andrés.
Cuando estaban a punto de cerrar el bar volví a mi camerino acompañada
por Andrés; me sentí orgullosa de mi misma, había logrado tanto que mi nombre
estaba dentro de una estrella. Era tan buena soñadora que pensaba que algún día
esta estrella estaría en una puerta más importante que ésta.
—¿Te gustó mi regalo?—Me preguntó Andrés sacándome de mis pensamientos.
—La amé, también te amo a ti—Dije mientras me giraba y le plantaba un
beso en los labios. Abrí la puerta de espaldas y por seguir caminando a ciegas
casi tumbamos el espejo; nos reímos por lo bajo y Andrés recogió mi bolso
mientras yo apagaba todo y lo dejaba ordenado.
—Quiero dormir contigo hoy—Me confesó sonriendo mientras cerraba la
puerta.
—Estoy caliente en mi casa—Le conté haciendo puchero.
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