domingo, 19 de agosto de 2012

Capitulo 19: Llena de pensamientos.



─Nos vemos después de la presentación, ¿Ok?─Dijo mientras le daba un beso a Kiara y luego a mí.

─Ok─Le respondí mientras lo volvía a besar.

No le dije nada más y salí de su casa a la mía. Me demoré exactamente los 30 minutos que faltaban para llegar a casa. 

Cuando llegué me encontré con la sorpresa de que mi papá estaba en casa y para más andaba peleando con mamá. 

Entré directamente a mi cuarto sin saludar a nadie, bueno, sólo estaban mi papá y mi mamá en casa. Dejé a Kiara en la cama y las bolsas igual, no quería salir de allí hasta que escuché algo que hubiera deseado no escuchar.

─¡Yeny! ¡Eso es lo que usted no entiende! Si aquí la siguen tratando como la tratan, entonces ella se vuelve más grosera de lo que es y se va de la casa─¡¿Qué mierda?! 

Salí de mi cuarto como alma que lleva el demonio pero con lágrimas en los ojos.

─¡¿QUÉ YO QUÉ?!—Le grité exaltada mientras llegaba a la sala de estar.

—¡¿QUÉ?!—Gritó mamá—¡¿CREES A TU HIJA TAN TONTA PARA IRSE DE LA CASA?!—Le siguió gritando—¡ME HACES EL FAVOR Y RESPETAS! DATE CUENTA QUE LE ESTAS FALTANDO EL RESPETO A LA NIÑA DICIENDO ESO—Le gritaba como nunca. Mamá estaba que explotaba de la ira.

—¿Saben?—Dije en susurros y ellos me miraron—Se pueden ir todos muy a la mierda y me dejan a mí en PAZ, ¿Saben el significado de ‘PAZ’? porque si no lo saben es muy fácil buscarlo en un diccionario, ¿No creen?—Les escupí todo en la cara, a ambos—A veces me dan asco—Los miré con desprecio—Ahora veo que la familia no se pierde, son iguales o más pasados que mis abuelos—Volví a mi cuarto, cogí el bolso donde eché las cosas básicas y volví a salir para ir al bar.

—Muy bien hecho—Le dijo mamá sarcástica a papá.

—¿Qué hice ahora?—Fue lo último que escuché por parte de papá.

Cuando ya iba camino al bar recordé que ahora tenía a Kiara. Por lo menos la dejé en la cama, esperaba con muchas ansias que se quedar allí dormida y que nadie se diera cuenta de que ella existe hasta mañana que pueda tener todo mi día en casa, o con ella.

—Mire Sr.—Le pagué al taxista y salí camino a la parte trasera del bar.  Cuando llegué adentro, donde me esperaba el resto de chicos y los de maquillaje me miraron como si fuera un zombie.

—¡¡¡KAREN!!!—Exclamó Sandra,  la que me peinaba y maquillaba más asustada que la misma puta que vio al diablo.

—¿Qué pasa?—Dije con la voz ronca.

—Pareces muerta nena, ¿Qué te pasó?—Me preguntó mientras me abrazaba.

—Nada importante—Respondí encogiéndome de hombros.

—No importa, te vez muy delicada—Dijo mientras examinaba bien mi rostro—Si quitamos el rímel regado y tus ojos tan irritados de tanto llorar, pareces una niña rica—Se burló.
—No seas tan piroba, por favor—Me reí—Estaba en la presentación de salsa—Le conté mientras rodaba los ojos.

—Ya aparecieron las llaves—Se rió conmigo.

—Ven te organizo que dentro de 30 minutos empieza la presentación—Me cogió la mano mala y me jaló. Cuando se dio cuenta de lo que pasaba se alarmó.

—¡NO, NO, NO!—Por poco y acaba con mis tímpanos—¿Qué mierda te pasó, Karen?—Preguntó después del grito.

—Que casi me dejas sin oídos, guevon—Me quejé—Nada del otro mundo, marica, sólo maquíllame…Ahh, también me peinas que yo seré capaz de bailar con eso—Ahora fui yo quien la halé para que fueramos a mi camerino.

Me vestí y me maquilló mientras platicaba de su día y también de su novio, luego me confesó que estaba embarazada. Por poco y caigo al suelo de sopetón.

—¡¿QUÉ ESTÁS QUÉ?!—Le grité mientras intentaba recordar quién era su novio.

—¡Sí!—Me devolvió el grito emocionada—¡Serás tía!—Me exclamó y juro que algo en sus ojos indicaba que estaba pasada de feliz.

—Tú también lo serás, o lo eres—Dije bromeando.

—¡NO JOOOODA!—Me asustó—¿TAMBIÉN ESTÁS EMBARAZADA?—Me gritó y todos miraron por la puerta como si yo fuera un bicho raro, ¿A ella por qué no la miraban así?

—No—Hablé en un tono en el que todos escucharan—Mil veces no—Le dije.

—¿Entonces?—Me preguntó mientras me ponía la sudadera blanca. Estaba a punto de subirle el cierre cuando ella me pegó en el brazo; se me olvidaba que se debía caer mientras bailaba.

Nos llamaron para avisarnos que faltaban 5 minutos para nuestro show. Hicimos la presentación, en el público me encontré con un Andrés emocionado y unos amigos locos, pero de drogarse.

No es que los apoye en ese sentido, pero se los toleraba; por mucha droga que consumieran seguían siendo muy graciosos y sencillos.

Después de nuestra presentación todos los chicos y yo salimos a disfrutar el resto de shows con nuestros amigos, siempre estuve al lado de Andrés.

Cuando estaban a punto de cerrar el bar volví a mi camerino acompañada por Andrés; me sentí orgullosa de mi misma, había logrado tanto que mi nombre estaba dentro de una estrella. Era tan buena soñadora que pensaba que algún día esta estrella estaría en una puerta más importante que ésta.

—¿Te gustó mi regalo?—Me preguntó Andrés sacándome de mis pensamientos.

—La amé, también te amo a ti—Dije mientras me giraba y le plantaba un beso en los labios. Abrí la puerta de espaldas y por seguir caminando a ciegas casi tumbamos el espejo; nos reímos por lo bajo y Andrés recogió mi bolso mientras yo apagaba todo y lo dejaba ordenado.

—Quiero dormir contigo hoy—Me confesó sonriendo mientras cerraba la puerta.

—Estoy caliente en mi casa—Le conté haciendo puchero.

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