**When I walk in the spot, this is what I see everyody stops and the staring at me I got passion in my pants and I ain't afraid to...Show it**
Traducción.
**Cuando recorro el lugar, esto es lo que veo todo el mundo se detienen y me miran. Tengo pasión en mis pantalones y no me da miedo enseñarlo**
-No,
tranquilamente pueden irse a sus casas-Avisó ahora serio como siempre-Sus
informes y las otras cosas ya están en Londres así que solo preocúpense por
llegar temprano al aeropuerto y llevar la cabeza.
-Gracias
calvito-Sobé su calva.
-Oiga
Coopers, porque ya no esté estudiando aquí no indica que deje que me falte el
respeto…
No lo dejé
terminar.
-Sí, yo
también lo quiero Sr. Londoño-Salimos como si nos estuvieran llamando de esas
oficinas y de nuevo nos tocaba recorrer todo el colegio para salir de él.
El camino
del colegio al auto me la pasé saltando como loca y gritando “JODANSE” a todo
el que veía, del auto a la casa me la pasé cantando de felicidad y mucho rock,
Anabella se tapa los oídos muy dramática como siempre ha sido.
-Voy a darle
la noticia a mi mamá y mi hermana y luego nos vamos al Mall-Me avisó la muy
ilusa.
-¡Que no
tuvieras ropa!-Me quejé.
-Necesito
más para el viaje y para utilizar allá, tú también así que espero que estés
lista-Me amenazó.
Le saqué la
lengua y cada una entró a su propia casa. Cuando iba en la entrada vi a un
Sammy muy sonriente en el living de la casa.
-¡MI AMOR
PASE!-Grite mientras salía corriendo y me lanzaba en sus brazos-¡PASE! ¡PASE!
¡PASE!-Seguía gritando y llorando de la felicidad.
-Lo hiciste
mi vida-¿Lloraba?
Me distancié
un poco para mirarlo y era afirmativo, si lloraba.
-¿Por qué
coños lloras?-Le pregunté mientras sonreía y salían más lágrimas.
-Porque lo
lograste Avril, eso era lo que quería. Me siento el hombre más feliz del mundo
porque tengo una hermanita que no le teme a nada y que por ser tan arriesgada
logró uno de sus grandes sueños-Dijo mientras se lanzaba en un mueble y
quedamos acostados, yo sobre él.
Sus palabras
hicieron que más lágrimas salieran de mis ojos y al verme llorar él también
lloró conmigo.
-Ok, no se
vale llorar-Reí por mi comentario-Se supone que debemos estar de estar
ordenando las cosas que nos llevaremos ¿Verdad que iras conmigo?-Ya estaba
planeando todo y no sabía nada.
-No,
amorsito, de eso era de lo que quería hablar-¿Qué coños?-No podré irme contigo
porque tengo otras cosas que hacer-¿Qué?
-¿ES ENSERIO
SAM?-Le grité mientras me paraba-¿ESTAS LOCO?-Seguía gritando de rabia-¿CÓMO
PUEDES HACERME ESTO A MI?-No esperé su respuesta, salí corriendo escaleras
arriba y cerré con llave la puerta. Me di un baño mientras lloraba, me vestí
cómodamente y me miré al espejo una última vez para ver si se veían señales de
que había llorado. No salí por la puerta ¿Para qué caminar todo eso si podía
utilizar la ventana?
Abrí mi
ventana y caminé por la imitación a un puente hacia la ventana de Ana. Cuando
llegué su cuarto estaba vacío, me imaginé que estaría en la cocina haciendo
algo con su madre o hablando con ella. Bajé y me encuentro con una reunión de
chicas en la cocina.
-¡Quiero
pastel!-Grité con una sonrisa y me callaron con un “SHHHH”-¿Qué pasa?-Me tocó
preguntar mientras bajaba los escalones para llegar a la cocina.
-Esteban
está en una reunión importante en la sala-Me explicó Valery.
-De razón
andan en la cocina-Rodé los ojos y me metí un bocado de la primera rebanada de
pastel que vi.
Me atraganté
y lo escupí en el basurero.
-No tiene
azúcar-Me quejé haciendo cara de horror, a ellas les importó un bledo y rieron.
-Pareces un
tiburón-Se burló Claudia-Comes lo que se mueva-No pude evitar reírme, estaba
graciosa su frase.
-¿Para qué
negártelo si es verdad?-Le piqué un ojo. Comimos el pastel y salimos de compras
al Mall. Estaba muy aburrida ¿A quién le gusta ir de compras con Anabella?
Entra en todos los locales, desde que empieza el centro comercial hasta que
termina. Es estresante, mucho más cuando me obliga a medirme vestidos y cosas
que no me gustan pero que pensándolo bien si me lo coloco de una manera
distinta o si le hago unos retoques se vería genial.
Pasamos por
una lencería y nos medimos uno que otro corset para nuestra conquista ¿Cuándo?
No tenía la menor idea pero los compramos. Pasamos por unos cuantos muchos
almacenes de vestidos y la verdad compramos muchos, ya no me quejaba de haber
venido de compras. Mientras nos mediamos los vestidos chicos fuera y dentro del
almacén abrían la boca como para que les entraran abejas.
Pasamos por
un almacén lleno de tacones hermosos. Estaban divinos los tacones que estaban
en exhibición, negros de gamuza, con una plataforma estable lo que indicaba que
eran cómodos y eran punta aguja, con esta transparente. Los amé apenas los vi,
entramos casi corriendo y me los medí, pasé por todos los espejos del almacén
modelándolos y Ana pasó con unas botas jodidamente hermosas hasta la rodilla.
Así pasamos
hasta que llegamos a un almacén de converses. Eso era lo que estaba esperando
desde hace mil horas. Sin exagerar desde que llegamos. Salté de alegría apenas
vi el almacén y arrastré a Anabella para que entrara conmigo. Compré converse
de todos los colores y estilos cuando pude y salí con una sonrisa hermosa de
ese local, luego seguían los deportivos.
Después de
todo estábamos llenas de bolsas pero no nos importaba, seguíamos comprando
hasta que me dio hambre.
-No aguanto
más-Me quejé mientras me sentaba en una banca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario