miércoles, 4 de abril de 2012

Capitulo 12: Recordando.



-Fin de llamada telefónica-

-Yo también-Me respondí decepcionada.

-¿Te pondrás así porque no te respondió?-Me sacó de mis pensamientos Andrés.

-Eso duele-Le hice puchero.

-A ti te duele,  ¿Vamos?

Camine con desgana.

-Te quiero ¿Ves? Ya te respondí por ella, dame una hermosa sonrisa-Me pidió, sin querer le sonreí.

Empezó a brisar algo fuerte para mi agrado y era algo que indicaba que iba a llover, no lo confirmé hasta que una gota cayó en mi brazo.

-Va a llover-Me quejé.

-Solo falta una cuadra, perezosa-Me regañó.

-Gracias-Contesté incrédula.

-Pero así te amo-Sonreí involuntariamente al escuchar esas palabras.

Para hacerme sonreír era el mejor, me encantaba eso. Lo besé y seguimos una cuadra más de mi casa para llegar  a la suya. Cuando entramos todo estaba apagado. Su madre no era como la mía que se quedaba hasta más de las 23:00 fuera de la cama y en un computador. Pero aun así amaba a su madre.

Subimos las escaleras y al llegar a su habitación vi que nada había cambiado. Bueno… si había cambiado, su cama era matrimonial, tenía más consolas y otros juegos nuevos, dos pilas más de películas de Play y también había cambiado su tv.

-¿Hace cuánto no vengo aquí?-Pregunté involuntariamente en voz alta.

-¿Quiere que le cuente?-Dijo mientras colocaba las llaves en el escritorio que estaba al lado de la puerta.

-Yo no lo recuerdo-Dije mientras caminaba por el lado de sus trofeos de futbol y los tocaba con la yema del dedo.

Siempre había sido muy aficionado al futbol desde muy pequeño…El futbol a mí no me gusta pero me lo aguanto. Cuando terminé de recorrer todos aquellos trofeos me senté en la cama y vi que él desde hace mucho rato me estaba viendo.

-Desde hace 3 años no vienes aquí-´Respondió a mi pregunta sin quitarme la mirada de encima y caminando en mi dirección.

-¡Vaya!-Suspiré-Eso es mucho tiempo.

-Demasiado-Replicó.

-¿A qué hora nos dormiremos?-Pregunté de repente mientras bostezaba-.Tengo sueño y mañana tengo que ir a la academia, si sabe…

Empezó a sonreír tiernamente.

-Extrañaba esa expresión-Acarició mi rostro y se fue directo a su closet. Me empecé a quitar los converses y él me lanzó mi pijama.

-Amor creo que eso ya no me sirve…-Dije cortante y reprimiendo una risa por lo que me había entregado.

-¿Creciste tanto?-Preguntó confuso.

-Yo creo que si…

-En tal caso debes de traer otro pijama para guardártela aquí-Se rió.

-Tocará-Lo acompañé un rato en su risa.

-Entonces ponte una camisa mía con la pantaloneta ¿Te parece?-Preguntó antes de lanzármela.

-Perfecto-Le di una sonrisa. Me la lanzó y se encerró en el baño para poder darme intimidad.

Me cambié rápidamente y quité la colcha para acostarme y taparme con esta. Él salió del baño ya en su pantaloneta y con el pecho descubierto. Era musculoso y fuerte, pero siempre tenía su matiz de desgravado que lo hacía ver definitivamente hermoso.

-¿Lista para dormir?-Preguntó mientras se burlaba de mi boca abierta.

-¿Estaría lista para dormir cuando me ayudes a recoger la baba que acabo de regar?-Se rió avergonzado por mi cometario y se ruborizó un poco.

-Gracias…Supongo.

Se metió en la cama y me abrazó, me acurruqué en su regazo.

-Extrañaba tu calor-Suspiro, ahora la que se ruborizaba era yo.

-Yo también, pero ya estoy aquí y no precisamente como una amiga-Me ruboricé aún más.

-Estas aquí como la mujer de mi vida-Levantó mi mentón y me besó.

-Que descanses mi vida y también sueña conmigo-Le piqué un ojo.

-Lo mismo digo yo-Me sonrió.

Volví a acurrucarme en su regazó y aspiraba su delicioso  aroma. Sonreí por el hecho de estar allí con él. Mientras dejaba que mi mente vagara grabándose cada parte de su hermoso cuerpo y el aroma de su aliento me quedé dormida.

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