sábado, 14 de abril de 2012

Capitulo 13: Una puta clase de Deja Vu.



-Ya compraremos otro. Sabes muy bien que en eso no tenemos problema-Comento rodando los ojos.

¡Perfecto! ¡Qué buena solución!

El camino hacia la casa de papá fue en silencio, me parecía un silencio incomodo pero no tenía como entablar una conversación. Solo dejé que mi mente vagara para que encontrara en algún lugar de mi cabeza algo que decir. Traté de buscar hasta en la inconciencia y obviamente hasta allí llegué.

No soñé nada, me sentí mal por ello. Quería soñar algo hermoso con ese hombre que tenía a mi lado conduciendo, o eso pensaba yo.

Mientras abría mis ojos me encontraba en un lugar diferente…Muy conocido, pero diferente…Algo organizado para ser mío y no era el auto.

Pestañee varias veces para ver si me acostumbraba a la luz que entraba y también si sería capaz de ubicarme en el lugar en donde estaba. Mientras intentaba hacer varias cosas me di cuenta que estaba en mi habitación. Pero no era mi habitación de N.Y y tampoco era mi habitación del depto. era la habitación de la casa de mi padre. ¿Cómo llegué aquí? Mi cabello estaba todo alborotado como si me hubiera dormido desde hace mucho tiempo y siempre hubiera estado allí. Pero miré el ventanal y todavía hacia sol…Bueno, demasiado sol.

Me levanté y caminé hasta el espejo. Me asuste y pegue un grito ahogado, tenía la misma ropa que tenía la última vez que este fue mi hogar y el cabello estaba igual de desorganizado como aquel día ¿Todo había sido un sueño?

-¡¿PA?!-Grite, esta vez más audible.

-¡¿QUÉ PASÓ?!-Me gritó de vuelta y se me heló la piel con solo escucharlo ¿Todo eso que creí haber vivido fue un puto sueño?

¡Esto no puede ser cierto!

Traté de que mi cabello volviera a su normalidad, cuando conseguí algo parecido a un cabello ondulado y un poco esponjado, salí de mi cuarto. Después de mi cuarto seguía la habitación de Stepha, la abrí sin importar si estuviera o no.
Ella no estaba, eso hizo que me relajara un poco. Su cuarto estaba totalmente impecable, mucho más de lo normal. Seguí escalones abajo y justo cuando iba en el tercer escalón sonó el teléfono como la última vez.

¡MALDICION! ¡¿ESTA ES UNA PUTA CLASE DE DEJA VU?!

No quise contestar y dejé que el teléfono siguiera sonando. No sonó por mucho tiempo. Creo que mi papá contestó. Caminé hasta la cocina y papá no estaba allí, seguí hasta el pasillo que daba a una de las pequeñas salas de estar pero tampoco estaba allí. Caminé hasta el living y lo vi allí tendido en el sillón grande colgando el teléfono.

Suspiré aliviada.

-Hola papi-Hablé como beba. Cuando no lo veía tan seguido me consentía mucho y yo me volvía más mimada de lo que era.

-Mi pequeña ¿Cómo amaneciste?-¿Cómo amanecí? ¿Qué mierda estaba pasando aquí?

-¿Amanecí?-Le pregunté confusa.

-Llegaste dormida, te perdiste hasta el almuerzo-Rodó los ojos.

Dijo que había llegado dormida. Así que no es del todo Deja Vu ¿O sí?

-¿Quién era en el teléfono?-Le pregunté.

-¿Ya fuiste a ver a Taylor?-Esas palabras hicieron que pegara un suspiro aún más grande de alivio. No fue un sueño ni un Deja Vu

-¿Dónde está?-Le pregunté mientras me paraba de sus piernas.

-Le dije que podía estar tranquilamente en mi oficina, lo estaban llamando mucho del trabajo y necesitaba revisar su mail y otras cosas más. Seguro allá lo encontraras-Había dado mucha información, yo no era novia celosa que necesitaba saber la hora, el lugar, el momento y con quién estaba.

-Gracias-Le di un beso en la frente y caminé a la oficina.

Mientras caminaba a la oficina de papá me organicé un poco más el cabello.  Por poco y me parecía a un león. Pasé el umbral y allí estaba ese ángel con sus manos teniendo su mentón con una cara muy seria. Pero apenas me vio me enseñó una sonrisa deslumbradora. Mis ojos brillaron más de lo normal y respondí a su sonrisa aunque no lo hice como la suya. Nadie era capaz de hacerla como la de él. Me había dejado completamente sin aliento.

-¿Ese brillo en los ojos por qué?-Preguntó mientras se corría en la silla haciendo ademan de que me sentara.

-Porque vi al mejor hombre del mundo-Caminé hasta llegar a su lugar y me senté sobre él mientras me recostaba en su regazo.

-¿Soñaste conmigo?

-Todos los días lo hago-Mentí, no recordaba que había soñado. Pero de seguro si había sido con él.

-Parecías muerta cuando llegamos-Empezó a sonreír, pero su sonrisa era burlona.

-¿Por qué lo dices?-No era capaz de irritarme con él.

-Porque por más que te llamara no respondías, a mis besos más o menos y me tocó llevarte cargada hasta tu cuarto. Apenas te recosté te tapaste con las almohadas la cara y ni te medio despertaste-Contenía su risa, no sabía que le encontraba de gracioso-Tu papá te llamó para que bajaras a almorzar y ni te moviste.

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